El universo de Wes Anderson es uno de los más genuinos y particulares que ofrece el cine contemporáneo. Sus icónicas paletas de colores y su sello a la hora de construir escenas y personajes lo han establecido como uno de los cineastas más reconocibles a primera vista e influyentes para nuevas camadas de directores.
Su estilo parece seteado en un mundo irreal y sus recursos propios son los que logran este universo tan único. Uno de estos recursos, utilizado por el cine en general, son las tomas en slow-motion o “cámara lenta”. El clip que en esta nota compartimos recopila escenas donde ese recurso se pone en práctica para modificar la manera de narrar ese momento de la historia.
Una firma tan personal como la de Anderson conlleva una seguridad conceptual y esto es lo que él mismo ha dicho sobre su marca de autor (vía Far Out):
“Tengo una manera de filmar cosas, de ponerlas en escena y diseñar sets. Hubo tiempos en que pensé que debería cambiar mi aproximación, pero esta es la forma en que me gusta hacerlo. Es mi manera de escribir como director de cine. Y en algún punto del camino, tomé mi decisión: voy a escribir con mi propia forma de escritura”.
Su cine de autor muestra diferentes métodos y elecciones técnicas y estéticas que se repiten a través de los films. En películas de distintas épocas, vemos cómo el director ha echado mano a este recurso slow motion en casi todas sus producciones, logrando un efecto emotivo muy interesante. Las películas recopiladas en este clip de cuatro minutos son: Bottle Rocket (1996), Rushmore (1998), The Royal Tenenbaums (2001), The Life Aquatic (2004), The Darjeeling Limited (2007) y Moonrise Kingdom (2012).
Mirá el video a continuación: