Netflix sumó un puñado de interesantes películas a su catálago, fuera de sus propias producciones. Una de las que más ha llamado la atención de los usuarios es Wonder, el film protagonizado por Julia Roberts, Owen Wilson y Jacob Tremblay.
Dirigida por Stephen Chbosky, esta película de 2017 cuenta la historia de August, un niño con síndrome de Treacher-Collins, lo que ocasiona una deformación en su rostro y cráneo, un personaje que podría recordar al legendario Hombre Elefante.
El film se basó en la novela de Raquel Jaramillo Palacio, La lección de August, y se ubica entre los diez contenidos más elegidos por los suscriptores. La película plantea de antemano un drama centrado en la dura situación de un niño que es diferente a los demás y que ingresa en el sistema escolar luego de años de haber recibido educación en casa.
La historia hace hincapié en el paso del espacio privado y seguro para el niño al espacio de la escuela, público y que se presenta como amenaza en varios aspectos. Como podemos esperarlo, August recibirá todo tipo de bullying por su aspecto, con lo cual nos enfrentamos a un fuerte melodrama, pero se plantea el objetivo de superación.
Wonder es una película ante todo atractiva desde su elenco y con un planteo emotivo y de drama familiar que suele ser un gancho fuerte para las audiencias. Si bien podría parecer a primera vista el típico film basado en hechos reales, en realidad, la novela original se basa en una experiencia que tuvo la autora, bastante efímera de hecho y externa:
“Estaba esperando delante de una heladería a que mi hijo mayor, Caleb, que entonces tendría unos 11 años, saliera con unos batidos, cuando una niña con una grave malformación craneofacial vino a sentarse junto a mí y mi hijo menor, Joseph”.
El relato de Palacio continúa: “Pensé para mis adentros que, probablemente cuando Joseph (3 años) la viera, se iba a echar a llorar, así que decidí levantarme discretamente para evitar que esa situación y que la niña se sintieran heridos. No lo logré. Caleb salió de la heladería y le dije que se pusiera en marcha, pero se le cayeron los batidos. Mientras Joseph, como yo había sospechado, empezó a llorar porque había visto a la niña. Oí a la madre de aquella niña decir ‘Creo que ha llegado el momento de irse’. Y me sentí fatal. Por querer proteger a mi hijo, había hecho daño a aquella familia… Esa misma noche empecé a escribir Wonder“.
https://www.youtube.com/watch?v=EAF–1P91VQ