Lima. Capital del Perú. Lugar de inviernos grises y mañanas húmedas. Lugar en el que las propuestas musicales van brotando cada vez más y los encuentros de cuerpos entusiastas en conciertos y festivales van multiplicándose para la suerte de todos.
Lugar también en donde nace uno de los festivales más arriesgados en la escena independiente actual: el Lima PopFest, que hace poco celebró su quinta edición y que supo estar a la altura de las expectativas de los asistentes y sobre todo, de los músicos.
Durante esta edición, participaron sobre todo artistas de Argentina y Chile, sin olvidar a los locales, claro, respetando su línea editorial y el factor “sorpresa” de siempre. A lo largo de sus previas ediciones y sobre todo en esta última, el Lima PopFest se ha consolidado como un punto de encuentro en el que no sólo la música es la protagonista, sino también la amistad.
A diferencia de otros festivales que mantienen un carácter masivo y con una curaduría de artistas muy conocidos, en el Lima PopFest se respira la intimidad y la cercanía del público con las bandas. En ésta edición, su edición primaveral, participaron los grandes de Tobogán Andaluz desde Argentina en su formato como banda completa por primera vez en Lima, cerrando una noche llena de emociones intensas. Por otro lado, fueron los chilenos de Niños del Cerro quienes se encargaron de dar el toque preciso de energía al festival y Electrochongo con su cover de Fey y su quitada de ropa a mitad de concierto de dejar en claro que en el Lima PopFest uno puede esperar que pase de todo. Hiroshima Dandys le dio la nostalgia necesaria a la noche con su pop crudo y Banana Child, Los Lagartos y Chico Unicornio fueron los comisionados de representar lo que en Perú va sonando a la fecha. No vale olvidar a Poder Fantasma, también de Chile, quien logró armarse un show él solo para el deleite de quienes lo pudimos ver.
En total, fueron únicamente 8 bandas las que participaron en este festival, bandas seleccionadas visceralmente por los curadores del festival y que quizás de otra forma, que no fuera a través del Lima PopFest, hubieran tardado en llegar a Lima. No hay duda de que lo que hace que este evento funcione y se convierta en el “evento del año” para todos los que tienen un corazón pop es lo que se logra con cada edición. Aquí, las bandas se conocen unas a las otras, comparten escenario e intercambian conversaciones que probablemente en otro contexto no podrían. Es aquí también en donde los músicos reflejan su lado más humano, se toman unas cervezas con sus fans y responden a su ímpetu juvenil, reflejándose el fin que tiene el Lima PopFest, el de compartir y hacer que durante esos mágicos días no se respire otra cosa más que el amor.
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Foto de portada: La cuerda azul