El escritor Robin Wood falleció ayer domingo 17 de octubre a sus 72 años. La triste noticia fue confirmada por su esposa, María Graciela Sténico-Wood, a través de su perfil en Facebook. Allí ella comunicó: “Acaba de fallecer mi esposo Robin Wood, víctima de una penosa enfermedad”. Enseguida, la publicación recibió numerosos comentarios de agradecimiento hacia el artista paraguayo por su prolífica trayectoria y por su relevancia en el mundo del cómic a nivel internacional.
El nacido en Caazapá llegó a publicar más de 30 obras en colaboración con distintos dibujantes argentinos entre 1966 y 1997. Tras esas primeras décadas llenas de creatividad y de narraciones fantásticas, Wood fue honrado en el año 2000 con el Premio de Honor en el Festival de la Historieta del Mercosur. Buena parte del legado de este autor se puede encontrar en publicaciones de editoriales como El Tony, D’Artagnan e Intervalo, con las cuales trabajó tras radicarse en la ciudad de Buenos Aires desde la década de 1950.
El personaje más icónico de su imaginario fue “Nippur de Lagash”, un guerrero sumerio inspirado en Nippur, la ciudad en donde nacieron sus padres. Además de la riqueza de sus relatos, su propia historia de vida llegó a inspirar a muchos de sus seguidores, puesto que Robin llegó a consagrarse en el mundo de la escritura pese a que solo alcanzó a terminar la primaria a causa de las limitaciones económicas de su familia.
En cuanto a sus orígenes, también es sabido que sus abuelos era australianos y que tuvieron que emigrar de su tierra tras una dura huelga de esquiladores. Ellos siempre militaron ideales socialistas y aquello influyó de manera inevitable en la visión del mundo que años más tarde tendría el joven Wood. En redes sociales como Twitter, el icónico artífice ha sido homenajeado por historietistas como Horacio Altuna y por instituciones como el Archivo de Humor Gráfico Argentino.