Crank Wave es un término creado por el periodista Mark Beaumont de NME para referirse a “bandas de guitarras modernas e inteligentes, con un cantante que suena como alguien teniendo un episodio psicótico en una sociedad de debate”. Más allá del efecto humorístico, Beaumont sentó las bases de un nuevo terreno que supone una ruptura, o por lo menos una reconversión, de los géneros más característicos del rock británico de los últimos 40 años.
Lejos de ser concebido como un nuevo género musical, el término busca darle nombre a una escena de bandas compuestas íntegramente por nativos digitales, que han adaptado el sonido de su región a su cultura, muy influenciada por el acceso a Internet. Géneros como el post punk fueron un primer vehículo para que esta nueva generación de artistas explorara nuevos caminos, más vanguardistas, performáticos y satíricos.
Hay una mayor presencia de la palabra hablada, con letras ficticias que contienen un grado de ironía y referencias de la cultura pop a la que pertenecen, que suponen ser alguien que no son ellos, pero que, a su vez, se les parece bastante. Lejos de las modas del mainstream, sus canciones duran lo que necesitan, con la inclusión de cuerdas, vientos y sintetizadores.
The Windmill Brixton es un pub con shows en vivo, situado al sur de Londres, que se ha ganado la reputación de ser un espacio dedicado a la música independiente. Su éxito se debe a su organizador, Tim Perry, quien prefiere seleccionar bandas por su eclecticismo, en lugar de priorizar su capacidad de garantizar un número mínimo de audiencia.
Este lugar es considerado el centro neurálgico de la escena, ya que muchas bandas referentes de la movida, como Black Midi, Black Country, New Road y Squid, tuvieron allí su primer contacto con el público. Otro actor fundamental es el productor Dan Carey, quien dirige el sello discográfico Speedy Wunderground y fue responsable de los lanzamientos debuts de estas bandas.
A continuación, en Indie Hoy repasamos 5 bandas que abarcan el amplio espectro del Crank Wave
Black Midi
Compuesta por tres integrantes -Geordie Greep, Cameron Picton y Morgan Simpson-, Black Midi es una banda de rock experimental que fusiona un sonido avant garde con noise rock, acompañado por letras que cuentan con un tono teatral o narran historias de manera irónica. La búsqueda del grupo se centra en no ponerse límites, a pesar de no ser coherentes con un solo sonido, y en arriesgarse a incorporar elementos dispares de manera interesante.
Si bien se conocieron en la Brit School, una prestigiosa escuela de artes escénicas que ha formado una amplia variedad de artistas, desde Amy Winehouse hasta King Krule, la banda agradece especialmente a The Windmill Brixton, el pub que los impulsó y les otorgó el espacio para poder crecer y tener experiencia en el escenario.
Con tres discos en su haber –Schlagenheim (2019), Cavalcade (2021) y Hellfire (2022)-, Black Midi son considerados, junto con Black Country, New Road, los principales referentes del Crank Wave. En 2019, fueron nominados al Mercury Prize y en 2022 se presentaron por primera vez en nuestro país en el festival Primavera Sound. Aunque actualmente la banda se encuentra en un periodo de hiato, su guitarrista y vocalista, Geordie Greep, ha lanzado uno de los discos más relevantes de este año, The New Sound, el cual fue elegido como uno de los mejores de 2024 en Indie Hoy.
Black Country, New Road
Black Country, New Road es un grupo formado en 2018 que comenzó combinando post punk con instrumentos de cuerda y viento -como lo demuestra su primer disco, For the First Time (2021)-, para luego encontrar su mejor forma al apelar al sentimentalismo del chamber pop en su segundo álbum, el aclamado Ants From Up There (2022).
Extremadamente virtuosos, la banda está compuesta por músicos concertistas que buscaban expresar, con seriedad e ironía, temáticas introspectivas y profundas. Sin embargo, una vez terminado su segundo álbum, tuvieron que enfrentar la salida de Isaac Wood, su vocalista, por problemas de salud mental. Esta situación llevó a que el bajista Tyler Hide, el tecladista May Kershaw y el saxofonista Lewis Evans asumieran la responsabilidad de darle voz a la banda.
Meses después, se presentaron en el salón Bush Hall, para mostrar un material que habían producido y así aliviar la presión por la ausencia de su frontman.
Squid
Todo grupo con un baterista como cantante principal es, cuanto menos, curioso, y Squid no es la excepción. Compuesto por cinco miembros -Ollie Judge, Anton Pearson, Arthur Leadbetter, Louis Borlase y Laurie Nankivell-, la banda cuenta con dos discos en su haber –Bright Green Field (2021) y O Monolith (2023)-, ambos producidos por Dan Carey.
Con una reciente visita a Argentina en mayo en Niceto Club, Squid se deja llevar por el art punk en busca de un sonido experimental, con estructuras de canciones que salen de lo convencional e incluyen una amplia gama de instrumentos. Para la identidad de sus letras, Ollie Judge señala que la pandemia fue un hecho trascendental ya que, al mantenerlo encerrado consigo mismo, le permitió adoptar un enfoque más introspectivo.
Home Counties
Oriundos de un pequeño pueblo en las afueras Buckinghamshire, Home Counties es una banda de dance punk que combina la actitud rebelde y enérgica del punk con diversos géneros bailables como el new wave, disco, funk e incluso bossa nova, apoyándose en guitarras rítmicas y el uso de sintetizadores.
Con residencia en Londres, el grupo está compuesto por Will Harrison, Lois Kelly, Conor Kearney, Barnaby Peiser Pepin, Bill Griffin y Dan Hearn. En mayo de 2024 publicaron su álbum debut titulado Exactly as It Seems, el cual, según la banda, está basado en los altibajos de vivir en Londres al final de los veinte años y trata sobre cómo pasar un buen rato en una semana difícil.
Maruja
A Maruja le toca dar la batalla cultural desde Mánchester, tierra fértil para el britpop, que hace años se ha vuelto complaciente. Harry Wilkinson, Matt Buonaccorsi, Joe Carroll y Jacob Hayes, le dan vida a un grupo que desde el jazz punk, puede ser oscuro y visceral, alimentado por la ira acumulada de la opresión y desesperanza del sistema político. Con progresiones dignas del jazz rock y ritmos del drum & bass, Maruja utiliza instrumentos de viento como el saxofón que chocan con la crudeza del post-punk.
NdE: Este artículo fue publicado originalmente el 27 de enero de 2025.