Juan Manuel Ruiz Súnico buscaba capturar la idea de que cada canción se sienta como un viaje emocional. La referencia al Autobahn (1974) de Kraftwerk, pioneros en la mezcla de electrónica y elementos audiovisuales, lo llevó a conectar cada pieza con una sensación de travesía. El número 73, con su vibe setentera, se sumó para darle un toque más rockero y distintivo.
En sus primeros años, Autobahn 73 experimentó un desafío significativo en la industria musical. Fluir, su primer disco de 2014, ahondó en las vertientes del britpop y el rock alternativo, pero en tiempos de auge de las plataformas de streaming se encontró con obstáculos cuando quiso indagar en nuevas direcciones musicales y evitar la presión de lanzar música en un formato específico. Al firmar con una agencia de distribución, se vio limitado en la toma de decisiones sobre su propia obra, generando mucha frustración. La situación llevó a una pausa en su carrera, permitiéndole reevaluar su perspectiva y centrarse en la exploración sin restricciones.
Este período de introspección también coincidió con cambios significativos en su vida personal, incluyendo relaciones, pérdidas y la experiencia pandémica. Autobahn 73 decidió priorizar su vida familiar y su bienestar, encontrando equilibrio en medio de las complejidades de la vida en Argentina. Durante este tiempo, se dedicó a estudiar y pensar en la música de una manera mucho más profunda que antes.
A pesar de las adversidades, Autobahn 73 continuó creando música. Su segundo trabajo, Mágico, se presenta como un regalo íntimo compuesto por nueve canciones destinadas a momentos especiales, donde se sumerge en las influencias del pop y rock de guitarras, aspirando a crear himnos contemporáneos. Las melodías y letras del disco evocan una gama de emociones, desde victoria y nostalgia hasta tristeza y esperanza, siguiendo la inspiración de las cuatro estaciones de Vivaldi.
Autobahn 73, un músico autodidacta que toca todos los instrumentos de oído y corazón, se adentra en su proceso creativo con una pasión innata. Aunque carece de formación musical formal, se inspiró en figuras como Brian Wilson cuya habilidad para crear melodías conmovedoras sin necesidad de seguir convenciones musicales establecidas lo motivó a construir su propio camino.
En su búsqueda sonora, Autobahn 73 incorpora elementos de diferentes épocas, desde la icónica guitarra Epiphone Casino 335 popularizada por The Beatles en su disco Revolver, hasta sintetizadores psicodélicos. Parte de su proceso creativo también involucra la exploración con diversos instrumentos y la mezcla de sonidos rockeros con loops más experimentales.
La experiencia de masterización en Abbey Road Studios fue un hito significativo en su carrera, cumpliendo un sueño al colaborar con dos leyendas como Frank Arkwright -reconocido por su trabajo con bandas como The Smiths, Oasis y New Order– en “Más bella que el sol” y con Geof Pesche –Coldplay, Pulp y Blur– en “Infinita”. La conexión con la rica historia de Abbey Road y la calidad de los ingenieros resaltaron la importancia de estas dos canciones, que se convirtieron en los singles principales del álbum.
El concepto de “mágico” en su último álbum refleja su aprecio por los momentos simples y la conexión emocional que valoró mucho más después de la pandemia. Autobahn 73 busca volver a la esencia de la música, donde las letras son directas y las canciones pueden dedicarse a alguien especial.
“Tomamos conciencia del todo: de lo mágico de estar flotando en la tierra, mágico de tener la posibilidad de tocar en un país con todo lo que sucede, lo mágico que es pasar un tiempo con un amigo, tener un gato o un vinilo -reflexiona Juan Manuel en conversación con Indie Hoy-. Y volver a la esencia, de cuando uno, o por lo menos hablo por mí, descubría la música y le dedicaba una canción un amigo que estaba mal para que se sienta mejor”.
Escuchá a Autobahn 73 en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).