Dentro de la escena techno latinoamericana hay una gran variedad de tonos de experimentación. Esto, por supuesto, debido a que en esta región del mundo los artistas pueden nutrirse con más naturalidad de influencias aborígenes, europeas y africanas gracias al legado que nos ha dejado el mestizaje. Es así como surgen propuestas como la de Camposanto, dúo de technopop nacido en Montenvideo durante 2011, conformado por Antonella Moltini y Martín Canova.
A primera escucha, su sonido puede parece en extremo crudo e industrial, sin lugar a dudas con un efecto de potencia bien logrado. Aunque más adelante empiezan a hacerse evidentes algunas influencias como las de los ritmos afro y sonidos con tintes piscodélicos que remiten a lo más primitivo de nuestras mentes, llegando incluso a abducirnos por momentos si nos entregamos al trance del baile que proponen.
Tal amalgama entre lo sintetizado y lo visceral es justo lo que hace a esta propuesta tan única y recomendable. Si tuviésemos que citar algún proyecto con un sonido similar en la región, podríamos mencionar a los colombianos de Mitú, aunque el estilo de estos es mucho más caribeño.
En todo caso, Camposanto ya ha tenido la oportunidad de viajar y desplegar sus intrigantes y poderosas melodías en escenarios de Perú y Argentina durante estos años. Para quienes estén interesados en escuchar sus canciones, recomendamos empezar por su flamante disco debut Camposanto I, publicado en 2012, y luego abordar su más reciente álbum, denominado Camposanto II: La Guerra Eléctrica que recién salió hace poco más de unas semanas. Su material puede ser encontrado en plataformas como YouTube, Spotify y Bandcamp.