Ezra Collective llega a nuestro país con una misión clara: bailar. Así lo dice su baterista y líder, Femi Koleoso: “Estamos tratando de bailar y de disfrutar. Queremos festejar y mostrar lo agradecidos que estamos de poder tocar en Buenos Aires”.
Pero no todo en su visita a Argentina gira en torno a la música. Femi recuerda con entusiasmo una experiencia gastronómica que lo flechó en el pasado: “El mejor restaurante en el que estuve en mi vida está en Buenos Aires. Es un lugar de carne, y cortan el bife con una cuchara, así de tierno es. Además, hay camisetas de Messi y Maradona por todas partes. Apenas aterrice, lo primero que haré es volver ahí”.
Entre planes de asado y recorridas por disquerías en busca de tango, Ezra Collective promete traer una celebración sin barreras, donde la única consigna es entregarse al ritmo. Porque, como dice Femi, la clave es simple: “bailar y no pensar demasiado en ello”.
Nacido en Londres en 1994 con raíces nigerianas, Koleoso armó Ezra Collective junto a su hermano y algunos amigos, trazando un camino que esquiva etiquetas y expande horizontes. Tras ganar el Mercury Prize con Where I’m Meant to Be (2022), la banda publicó Dance, No One’s Watching (2024), un disco que celebra el ritmo sin ataduras y confirma que lo suyo es hacer vibrar, sin importar quién esté mirando.
El grupo londinense, que redefinió el jazz británico con una mezcla de afrobeat, hip hop y funk, no es ajeno a la conexión con el público. Su música, lejos de ser un ejercicio purista, es una invitación abierta a moverse sin inhibiciones. Esa energía es la que moldeó su más reciente disco: “Se trata de no dejar que la inseguridad te robe el momento. Es ser libre y dejar que el instante te lleve. No me preocupa si me veo cool o no, solo intento ser lo más honesto posible“, explica Femi en conversación con Indie Hoy sobre el espíritu detrás de Dance, No One’s Watching.
Esa honestidad se trasladó directamente al estudio, donde la banda decidió invitar a gente a bailar mientras grababan. “Habría sido una mentira escribir música sobre el baile sin tener gente bailando cuando la hacíamos. Siento que, por haber tenido a esas personas con nosotros, la música es más auténtica. Y creo que esa honestidad se puede escuchar a lo largo del disco”.
A bailar sin restricciones
Ezra Collective reafirma su espíritu expansivo y su misión de hacer del jazz un terreno más libre y festivo. En 19 tracks –entre canciones e interludios–, el quinteto despliega un torbellino de influencias que van desde el afrobeat hasta la música afrocubana, pasando por el neo soul y la esencia misma del groove.
Desde el arranque, el mensaje es claro: acá se baila sin restricciones. “Ajala” y “The Herald” anclan su energía en la herencia africana, con bronces vibrantes y líneas de Rhodes que agregan una calidez envolvente. “Hear My Cry”, “Expensive” y “Shaking Body” amplían el espectro, sumando elementos afrocubanos que remiten tanto a la tradición como a la modernidad de los sonidos urbanos.
Uno de los temas más relevantes del disco, “Ajala”, tiene detrás una historia fascinante. “Se trata de un periodista de Lagos que decidió viajar por el mundo en una moto. Su nombre se convirtió en una expresión en Yoruba: ‘Ajala travel’, para describir a alguien que no puede quedarse quieto. Yo siempre fui así, pero prefiero decir que solo soy un bailarín. Y la canción es un homenaje a la locura de Lagos, su movimiento y la danza que produce”.
Para Femi Koleoso elegir una canción favorita de Dance Like No One’s Watching es casi imposible. “Son todas unos bangers absolutos”, dice entre risas. Pero si tuviera que quedarse con una, la respuesta cambia según el día. “Ahora mismo mi favorita es ‘God Gave Me Feet for Dancing’“. El tema tiene a Jasmine Lacey de invitada: “Siempre fui fan de su vibra y su voz. Y cuando sentimos que teníamos algo que encajaba perfecto con ella, la llamamos. Salió todo muy bien, y estoy muy feliz por esa canción”.
Algo similar ocurrió con Olivia Dean en “No One’s Watching Me”. Su vínculo nació a través del baterista de Olivia, a quien Femi mentoreaba. “Cuando vi que estaba tocando con ella, empecé a seguir su música y me encantó. Así que cuando tuvimos una canción que le quedaba bien, fue una decisión natural. Es una música increíble”.
Las bandas que escucha y su conexión con Gorillaz
Femi tiene un oído afinado para descubrir nuevas bandas y una curiosidad musical que lo lleva a explorar sonidos diversos. “Me gusta una banda llamada Two Kalme“, cuenta entusiasmado. “Su enfoque de un sonido pop electrónico, pero con una base muy arraigada en influencias de iglesia y gospel, me parece fenomenal”.
Su radar también apunta a Nigeria: “Hay una banda llamada Lagos Thugs que es realmente genial. Los vi cuando estuve en Lagos y me parecieron muy especiales”. Entre sus recomendaciones también menciona a Femi Kuti & The Positive Force: “Me gusta él y su música, soy muy fan suyo”. Y como cierre, deja en claro su aprecio por una banda que marcó a varias generaciones: “También me gusta Gorillaz, son bastante buenos”, dice entre risas.
Koleoso entró al mundo de Gorillaz de manera inesperada, pero desde Song Machine en 2020 es el baterista en vivo de la banda. Su conexión con este universo no es casualidad: años antes, tuvo un encuentro fortuito con el legendario Tony Allen, quien terminó siendo su maestro y referente en la batería. Damon Albarn lo invitó a sumarse a la banda tras su muerte.
La inspiración de Ezra Collective no viene solo de la música. “Todo lo que me hace ser quien soy está en nuestra música. Ser nigeriano, ser londinense, ser cristiano, ser hincha del Arsenal, haber llorado, haber reído, los países que visité. Y lo mejor de estar en una banda es que eso se multiplica por cinco”.
Una conversación constante entre tradición e innovación
Al mando de Ezra Collective, Femi convirtió cada show en una celebración del ritmo, donde el jazz se entrelaza con el afrobeat y el hip hop en un abrazo natural. Su enfoque siempre es libre, con una destreza que impresiona pero, sobre todo, emociona. Y cuando no está detrás de los tambores, está descubriendo nuevas formas de compartir la música, ya sea en la radio o en colaboraciones inesperadas. En su mundo, el groove es infinito.
Sobre la química dentro de la banda, lo resume en una palabra: hermandad. “Somos como hermanos, en todos los sentidos. A veces nos amamos, a veces no, pero siempre estamos en la misma página. Y no lo cambiaría por nada”.
Más allá de la impecable ejecución técnica, lo que hace especial al grupo es su sentido de comunidad. Ezra Collective entiende la música como un acto colectivo, una conversación constante entre tradición e innovación, entre África y Londres, entre el jazz del pasado y la música del futuro.
Ese espíritu de celebración atraviesa toda su música, y verlo reflejado en el público es algo que lo llena de gratitud: “Como músico, siento que mi llamado es expresar un mensaje a través de la música. Y ver que ese mensaje es recibido es algo muy especial, muy motivador”.
Ezra Collective se presentará el jueves 13 de febrero a las 20 h en Niceto Club (Niceto Vega 5510, CABA). Entradas disponibles a través de Passline, con 20% de descuento para socios de la Comunidad Indie Hoy. Escuchá Dance, No One’s Watching en plataformas (YouTube, Spotify, Tidal).