Conocida por su facilidad de convertir reggaetones en baladas de ukelele, Connie Isla comenzó a componer sus propias canciones y hoy tiene listo su segundo disco. En contra de todos los que la tildaban de una instagrammer más que subía videos de cóvers y recetas veganas, supo canalizar su popularidad adolescente y continuar su crecimiento musical.
En sus comienzos diferentes artistas como J Balvin, Wisin, Carlos Vives y Sebastián Yatra compartieron en sus propias redes sociales las reversiones de sus temas. Así se hizo conocida mundialmente y sus seguidores crecieron exponencialmente. De esta etapa tiene editados tres EP de cóvers interpretados con su impronta despojada, solo a ukelele y voz.
En paralelo con su carrera musical, Connie se convirtió en una de las activistas más reconocidas en la causa del maltrato animal, el veganismo, la sustentabilidad y el cuidado al medio ambiente. En declaraciones para la prensa dijo que utiliza las redes sociales para dar visibilidad a todas las causas que defiende, “que molestan y tocan intereses de muchas industrias de distintos rubros, además de cuestionar usos y costumbres culturales e intelectuales que la gente no quiere ver”. Constanza además creó hace dos años su propia marca de indumentaria y decoración, Vrote, con productos veganos y artesanales. Carteras, bolsos, zapatos, macetas y almohadones son algunas de sus creaciones.
2020 es su segundo disco de estudio y contiene un mensaje esperanzador para los tiempos que corren. Al igual que en Luz y fuego, publicado hace dos años, sus obras reflejan su espíritu combativo contra los mandatos y las normas sociales. En ambos discos trabajó con el productor Leandro Rivadulla de Melt Music. Para Connie, la música es un canal más para difundir sus creencias y preocupaciones. Disfrutar de las cosas simples, amar la naturaleza, desapegarse de los bienes materiales y comprender la diversidad social son algunas ideas que expresa en sus canciones. 2020 contiene doce composiciones creadas durante el año pasado que reflejan su compromiso con el cuidado del medioambiente y su sensibilidad para observar muchas contradicciones de la sociedad y el comportamiento humano.
“Obra de arte”, el primer track, cuenta con la colaboración de Axel Fiks y ya nos deja ver su nueva propuesta musical pop con fusión de ritmos latinos. Sobre una base electrónica y elementos de la bossa nova, la voz relajada de Axel alude a cada ser como una obra de arte única e irrepetible. Más adelante, en “Caminito”, suma a un bandoneón y el pop adquiere un aire de tango.
Otros temas colaborativos que también remiten al amor propio son “Manuela” con Loli Molina, que habla de la masturbación femenina, y “Yo soy” con el artista español Muerdo, en donde expresa la idea de ser nosotros mismos como el lugar en donde podemos encontrar las respuestas a nuestras incertidumbres a partir de valorarnos más. En “Brote” colabora Miss Bolivia y en la analogía con un brote vegetal habla del renacer y la fuerza de voluntad de las personas para salir adelante frente a los problemas y la adversidad.
“2020” es la canción que cierra la obra, una oda al cuidado de la naturaleza y al respeto por la diversidad ambiental y social. Resume “el viaje” que comenzó el año pasado con el comienzo de la pandemia por el COVID-19 y cómo en muchos casos nos llevó a reflexionar acerca del compromiso que cada uno asume con el medioambiente para evitar sufrir este tipo de flagelo humanitario. “Evolucionar, iluminar y amar” es la frase que queda resonando y abre el interrogante correcto que Connie desea predicar a través de su música.
Escuchá 2020 en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).