Megan Bülow es una cantautora que ha dado mucho que hablar durante estos últimos años con sus melodías pop que se viralizan a gran escala. Su fenómeno deja de ser un misterio cuando se conoce su historia: al igual que sus canciones, ella parece no ser de ninguna parte y el peregrinaje es el estandarte de su autoría. Si bien nació en 1999 en Alemania, desde muy temprana edad empezó a descubrir el mundo y a lo largo de los años vivió en países como Inglaterra, Canadá, Estados Unidos y Holanda. Así, el mundo empezó a descubrir la autenticidad de su proyecto reconocido simplemente bajo el nombre de bülow.
Su primera aparición fue en 2017 con el EP Damaged Vol.1. Fue tal el impacto generado por sus tres canciones que, a la velocidad de un relámpago, distintos medios especializados empezaron a divulgar su propuesta como una novedad destacada. “Not A Love Song”, la más popular de la tríada, supera al día de hoy las 68 millones de reproducciones en Spotify. Como se espera con ansias el estruendo después del resplandor, lo mismo sucedió con el Vol. 2 que sacó unos meses después y tuvo un efecto aún mayor. Canciones como “SAD AND BORED”, “Honor Roll” y “You & Jennifer” justificaron las alabanzas a su antecesor: con maestría y sensibilidad, su obra supera cualquier tipo de expectativa puesta en su carrera.
Luego de remixar junto a MadeinTYO “The Last Of The Real Ones” de Fall Out Boy y el single “Two Punks in Love”, llegó el turno de Crystalline (2019), su primer trabajo de larga duración. Un repertorio de 7 partes que le sirvió para constatar que ya no era esa niña inocente de 17 años, sino una tormenta dispuesta a arrasar todo lo que se interponga a su paso. Un álbum potente y emocionante que le significó algunos paralelismos con nada más y nada menos que Billie Eilish. A lo largo de veinte minutos, la artista germano-canadiense arremete con una vorágine de emociones que se desprenden desde el inicio con “Sweet Little Lies” y “Get Stüpid” hasta el cierre letal con “Euphoria” y “Wake Up”, sin dejar de hipnotizar con la fluidez de una pieza envolvente como “FINE”.
Ni quienes pedían más y más se imaginaron que, entre la gran cantidad de fechas que estaba teniendo Megan por distintos escenarios de Europa y Norteamérica, había lugar en su agenda para publicar algo nuevo. Pero se equivocaron, ya que seis meses después de Crystalline compartió otras canciones inéditas en el marco del EP The Contender (2019), que incluía el exitoso single “Boys Will Be Boys”. Con una impronta más oscura y salvaje, The Contender introduce nuevas sonoridades a su propuesta y coquetea con ritmos urbanos desde la apertura “Own Me”; incluso invitó al rapero noruego Jimi Somewhere a participar “Puppy Love”. Además de experimentar, bülow consigue plasmar una atmósfera densa y melancólica con un espíritu emo que prevalece en “Upside Down” y “Sundress”, conmoviendo y agrietando hasta los corazones más apáticos.
El año pasado continuó explorando las diversas oportunidades de expresión que se le presentaban. En comparación a lo transitado, puso un pie en el freno pero sin detenerse del toto. Participó en Fantasy (2020), álbum del DJ estadounidense Whethan, con su voz en el track “So Good”. Después se unió al productor berlinés BLVTH en el single “I Don’t Wanna Be” y para cerrar con broche de oro el insólito 2020 se dio el lujo de compartir un cóver de “Lost”, la canción de Frank Ocean incluida en su álbum debut channel ORANGE (2012). Mientras sus seguidores están a la espera de próximos lanzamientos, recientemente estrenó otra colaboración que la concierne: “She Abunai” de Alive Longyu Gao junto a Mura Masa.
Mirá el video de “Boys Will Be Boys” a continuación y escuchá a bülow en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).