Como una imagen recurrente para cualquier curioso acostumbrado a recorrer antros, tertulias, escenarios y tabernas, la figura de Caballo Tranquilo ha sido parte de la vertiente musical (y más allá) tucumana de la última década. Reconocible por estar ligado a la vanguardia artística y por su estilo que oscila entre la parodia y lo grotesco, Mauricio Quiroga ha sabido alternar búsquedas sonoras y abrirse paso como frontman de varias bandas. Entre 2009 y 2014 formó parte de la banda de reggae y rock La Buena Combusión & The Bruce Lee, y luego experimentó con el pop con Boutique, grupo que formó en 2015 y sigue activo. Además fue miembro aglutinador y corista de Sipeganboys, banda de rock and roll contundente. Y habrá quienes lo recordarán demostrando histrionismo como animador de los bacanales ofrecidos en el bar Bigotes, bastión de la nocturnidad más diversa que se pueda congregar en la urbe norteña. Su nombre incluso figura en los créditos de un celebrado largometraje filmado en la provincia, El motoarrebatador (2018) de Agustín Toscano. Pero en los últimos tiempos ha explorado su costado como musicalizador, faceta para la que ha adoptado el alter ego que hoy lo acompaña.
Entre tanto indagar, Quiroga he encontrado la oportunidad de volcarse a un proyecto solista que intenta amainar todo lo aprendido, apuntando la mirada hacia un horizonte novedoso y fresco. Dentro del universo pop en el que se encuentra inmerso desde hace tiempo, Caballo Tranquilo se anima a incursionar de lleno en lo digital, acercándose entonces a un tono que mixtura lo urbano con una especie de idilio videogame y sci-fi. “En este momento de mi vida tenía muchas ganas de trabajar algo más electrónico. En esto de trabajar con samples, emular sonidos, podés mezclar clásico con electrónico y queda increíble”, cuenta Caballo.
“Nunca” es el primer tema del venidero EP titulado Esto es un lanzamiento y para esta ocasión se trata de un trabajo a duo con Mur Mur, artista pop de origen tucumano. “Tengo pensado trabajar en colaboración con otros artistas amigos en esta etapa solista. Siempre está bueno una escucha, un consejo”, asegura Mauricio.
El videoclip, llevado a cabo por la productora Runas, grafica el transcurso de un día en la existencia de Caballo Tranquilo. Se lo ve amanecer y contemplar la ciudad para luego recorrer las calles de San Miguel de Tucumán degustando placeres de la gastronomía representativa e incluso brindándose en una performance de su reconocible danza contemporánea por las plazas céntricas. “Hoy en días tenemos muchas posibilidades, hay mucha info, mucha gente copada, muchas salas de ensayo y distancias no tan largas. Hay gente que hace música muy hermosa acá en Tucumán”, considera el músico de 32 años.
En cuanto a la lírica directa y coloquial, muestra cierto apaciguamiento, un estadio positivo, alejado del dolor y la autodestrucción. “Toda la música que he hecho ha sido genuina, compartida o solo, siempre ha salido del corazón. Depende a donde querés llegar, para mí es transmitir cómo me siento. Siento mucho amor por cantar, actuar, componer, bailar, pasar música. Quiero hacerlo todo el tiempo que pueda hasta donde me dé. Sentirme relajado y feliz”, concluye. A fuerza de una incesante puja creativa, de un carácter amigable y de cierto magnetismo basado en un carisma inherente, Caballo Tranquilo asciende por una verde pradera y no piensa en bajar.
Mirá el video de “Nunca” a continuación y escuchá a Caballo Tranquilo en todas las plataformas de streaming.