Para muchos, la conexión con algo divino (o al menos con alguna clase de verdad que valida nuestro estar en el mundo) siempre ha sido la razón del arte, y el único impulso incuestionable del sentir imaginativo.
Y es difícil no pensar en ello al escuchar un disco como Fe, con el cual el músico uruguayo Javier Vázquez comienza su carrera.
Durante más de una década, Vázquez estuvo al frente de diversas bandas como guitarrista y cantante, y el blues siempre fue su género predilecto. Con los años, desarrolló una manera de componer y de presentarse que mantenía la distancia justa entre esos artistas que admiraba y lo que él consideraba su propia identidad. Y una vez alcanzado ese equilibrio entre lo innato y lo adquirido, se propuso registrar su primer álbum.
Éste fue producido por Nicolás Arnicho, quien también aportó teclados y coros durante las sesiones en las cuales participaron Federico Righi en bajo, Javier Cardellino en batería y Mauricio Clavijo en daff y debrake.
En el disco, el concepto de “fe” se entiende como una actitud hacia la vida, como la voluntad que puede modificar el orden de la realidad y curvar el camino a recorrer del mismo modo que se curva una sonrisa. Y es así que –emparentándose musicalmente con álbumes como Slowhand de Clapton– Fe presenta doce instancias del ser. Algunas datan de diez años, remontándose al inicio de la carrera del autor. Y la más reciente es justamente la que le prestó su nombre al disco, donde se destacan los arreglos de cuerdas sugeridos por Arnicho, e instrumentados por Matías Craciun y Roberto Martínez del Puerto.
Junto a “Camino a Vos”, “Tarde De Enero”, “Reposición” y “Bicicletas Viejas”, ésta canción es la que mejor expone la dinámica del álbum, con temas donde emociones muy concretas buscan ser precisadas en espacios que son potencialmente infinitos.
Las composiciones restantes se desgajan de las recién nombradas, pero se alinean con sapiencia y forman un universo propio, permeado por armonía y serenidad.
Vázquez procuró evitar asociaciones religiosas incluso a la hora de elaborar el arte del disco. Lo que sí se aprecia es ese deseo mencionado al comienzo, esa intención de comunicarse con las verdades que pueden darle trascendencia a la vida.
Todo esto convierte a Fe en el inicio ideal para una carrera que adquiere forma luego de una década de gestación. Hay una voluntad manifiesta de aprender sintiendo, y de sentir aprendiendo.
Lo cual puede parecer una posición por demás compleja. Sin embargo, la sola existencia de este disco ya es un recordatorio de una verdad en la que se pueden basar todas las demás.
Y es que la fe no hace las cosas fáciles, pero sí las hace posibles.
Más canciones e información en el Soundcloud de Javier Vázquez.