Luisa Almaguer es una cantante trans de la Ciudad de México, además es activista, feminista y hace un videoblog sobre temas de educación sexual llamado “La Virgen del sexo”. Vestida o, más bien encarnada en un manto satinado, simula ser una virgen que nos instruye sobre la sexualidad, el poliamor, la diversidad y el placer.
Escucharla hablar es una performance de provocaciones políticamente incorrectas, sin embargo, necesarias. Aunque tal vez la mejor forma de disfrutar a Luisa es sobre el escenario, pues no solo es un espectáculo, es un manifiesto sonoro sobre la rebeldía que conjuga de manera transversal con el feminismo, las nuevas formas afectivas y sexuales sobre las que basamos las relaciones amorosas y nuestras vidas. Temas como la monogamia, el desamor, la pérdida y todo lo que conlleva el dolor y la sanación.
Los sonidos emergen de su sintetizador, inunda el espacio frente al que se para o las bocinas de cualquier reproductor, su voz emana de un golpe que es imposible pasar por alto, poco a poco las letras hacen sentido entre las líneas poéticas y hasta un poco suicidas, como si se tratase de una carta de despedida firmada con sangre del dedo índice. Su primer material titulado Mijillo en el 2006 fue el debut de un concepto que enmarca sonidos oscuros y densos, conjugado letras furiosas donde devela una etapa de la artista en pleno duelo amoroso. “Nunca había sufrido tanto como por tí/Se me caía la piel del llanto a pedazos como latigazos,” reza en “Me hice un barco”, canción con la que abre el disco.
Para el 2019 regresa con un disco titulado Mataronomatar donde explora sonidos acústicos y paisajes suaves con texturas, sin dejar de lado las letras confrontativas y punzantes. En este nuevo material canciones como “Hacernos así”, “Básica” o “Azotea” develan la madurez de un manifiesto que va como barco contra la corriente de todo aquello que dimos por hecho.
Escuchá a Luisa Almaguer en todas las plataformas de streaming.