Miel lleva solo un puñado de meses componiendo, pero la amistad de Martín Flíes (21) y Damián Segovia (24) data de largos años ya que se conocieron en un bus quiteño durante su adolescencia. El colegio los unió, y el amor por la música y la búsqueda por hacer algo nuevo consolidó una amistad que hoy, cuentan con orgullo, es como una hermandad.
“Camelias” es una familia de flores asiáticas, muy elegantes y sofisticadas; también es el nombre que Miel eligió para su primer single. Las propiedades finas de esta planta se aprecian en esta gran canción de exquisitos sintetizadores dream pop y una firme pero candente base.
Durante el confinamiento ecuatoriano, Martín y Damián grabaron una sesión en vivo que realza la importancia de la estética visual del proyecto, a la vez que los mantiene más cerca de su gente. Al respecto, indican: “Tenemos influencias musicales que van desde Radiohead y Massive Attack, hasta Gustavo Cerati y los Beatles. También escuchamos reguetón y electrónica, pero en el plano visual, proyectamos mucho en lo que hacen grupos más recientes como Tame Impala“.
Mientras el mundo está parado, los chicos siguen produciendo. La prolijidad de sus canciones tiene su reverso en la familiaridad y la constancia de la banda a la hora de componer. Martín y Damián son tan cercanos y trabajadores, que transitan juntos la cuarentena en El Enjambre, la casa que funciona como búnker, estudio y sede de Buenaventura (productora integrada por Mariana y Luis, madre y padrastro de Martín).
“El estar creando nos ayuda a mantener la paz interna en el medio del caos. Justo ahora estamos terminando el segundo single que se llamará “‘Gema'”.
Pero los Miel no solo trabajan en grabar su primer álbum, también se ocupan de otros proyectos: “Estamos empezando con el sello y grabando desde el confinamiento algunas reversiones de electrónica y distintas cosas de algunos proyectos ecuatorianos. La verdad es que estamos trabajando un montón, por ejemplo, producimos el disco de Fiebre, una artista local de soul y r&b urbano”.
A la hora de definir la escena local, los jóvenes no se guardan nada. “En cuanto a la región en sí, es muy imponente lo que está pasando ahora. En parte gracias a géneros urbanos como el reguetón, que es de lo más escuchado en el mundo, Latinoamérica se posiciona como foco de creación musical. En Ecuador es interesante lo que está pasando, hay mucho talento y la movida es cada vez más profesional y proyectada a llegar más allá del nivel regional. Sin embargo, nos falta una industria más establecida. Es por eso que las bandas no pueden lograr salir del todo. Igualmente se está trabajando en esto, hay muchas productoras y creo que llegaremos a ser una potencia de música sudamericana. Si bien ya tenemos buena base musical, esto se enriquecerá mucho más”.
Los Miel prometen el aire, la elegancia y la frescura tan necesarias en este mundo cada vez más amargado y caótico. La industria audiovisual ecuatoriana está en plena formación y desarrollo. A pesar de su pequeñez, nos demuestra que la constancia y la colaboración, pesan mucho más que los egos y la competencia.
Escuchá “Camelias” en todas las plataformas de streaming.