En una época en la que la literatura distópica se parece cada vez más a la realidad, Post-Adolescente sacó su primer EP, Digital Punk DSiXL. Reflejo de su tiempo, este proyecto oriundo del noroeste del Conurbano Bonaerense y comandado por Juani Andino, ahonda en los fantasmas que el futuro comienza a develar.
Digital Punk DSiXL comienza relatando el comienzo de la “tercera gran guerra contra los humanos”. El ritmo es frenético y las voces distorsionadas remiten a los albores de la imprenta mediante analogías apocalípticas bíblicas que aquí resuenan en clave tecnológica. “¿Ahora se arrepienten?”, pregunta una voz, y otra responde: “Muerte a toda la gente”. El nihilismo catastrófico enhebra la macabra imagen de una aniquilación humana. Propone la toma de conciencia tanto de las máquinas como de los humanos sobre su explotación, e imagina una lucha en pos de la liberación en manera conjunta. Para tal fin, los humanos se implantan tecnología que los transforma en cyborgs.
Se trata de un disco atravesado por los postulados de la literatura de ciencia ficción que luego convergieron en el cyberpunk. Hoy en día, los textos de Philip K. Dick e Isaac Asimov se sienten más relevantes que nunca, y en círculos académicos se discute si el biopunk (ciberpunk con temática biológica) o el steampunk (retrofuturismo) se han establecido formalmente como nuevos géneros literarios. En la música, los postulados del cyberpunk se han desarrollado en forma difusa y se ha atribuido a bandas sonoras de films de los 80 el status de mentoras. Pero Digital Punk DSiXL se erige como una obra precursora con una trama propia que no opera como anexo a una película.
El sonido de Post-Adolescente funde sus divergentes influencias con fluidez para lograr una música que rompe las barreras generacionales. Como portadores vanguardistas desde la periferia de la gran ciudad, lo suyo es punk 8bit para las masas y máquinas. Los vórtices sonoros abiertos por Rrayen y los orígenes góticos de The Cure se confabulan en pos de una rítmica detonante. El torbellino lírico fisura los cimientos de las obsoletas teorías positivistas sobre la revolución. Aquí el enemigo no es un Estado totalitario o una megacorporación, es el conservadurismo arraigado en la sociedad. Las historias se desarrollan en el microcosmos cibernético: “Te gustaba el forobardo, te banearon de todos lados/Posteando desde el baño, todo lo que leo de vos es basura digital”. En tiempo de guerrilla de trolls, haters y política del posteo, Post-Adolescente sintetiza problemáticas profundas en tracks de un solo minuto. La transición titulada “Robótica orgánica” anuncia el rol preponderante en la historia de una nueva especie biohíbrida transhumanizada. Líneas como “Este cuerpo a vos no responde, puede elegir la desobediencia”, ungen ejes narrativos respecto a la desalienación de las máquinas ya trabajados en los films Terminator y Blade Runner.
En vísperas de futuros inciertos, Post-Adolescente dio un paso más allá con la apertura de un portal sonoro por fuera de lo preestablecido. Este proyecto se suma a la nueva vanguardia de jóvenes artistas como Lux Raptor y Tomás Pojaghi que exponen un rotundo cambio estético para los tiempos venideros. Una nueva programación para la era que se viene.