Rei Ami es el proyecto de una joven de 23 años nacida en Corea que se mudó a Estados Unidos a muy temprana edad. Sus canciones “Make it Mine” y “Snowcone” de pop oscuro y letras que oscilan entre querer matar a tu ex y la depresión, ya alcanzaron las millones de reproducciones y llamaron la atención de Billie Eilish y su hermano Finneas. En los últimos dos meses la vida de Rei Ami dio un giro con el lanzamiento de su tercera canción “Dictator”, confirmando el éxito que sus primeras canciones prometían. Tuvimos la oportunidad de hablar con ella sobre sus comienzos, la composición de las canciones y su trabajo junto al productor Elie.
Viviste en Corea hasta los seis años y después te mudaste a Estados Unidos. ¿Recordás algo de tu infancia en tu país de origen? ¿Cómo fue la experiencia de mudarte?
Me acuerdo algunas partes de mi infancia allá. Me la pasaba haciendo performances antes de llegar al jardín y recuerdo ir todos los domingos a la iglesia con mi familia. Irme a los Estados Unidos fue difícil para mi familia, en especial para mi mamá. Ella estaba en contra de mudarse porque toda nuestra familia estaba en Corea y no teníamos a nadie en Estados Unidos en ese momento. Recuerdo escucharla llorar mucho mientras hablaba por teléfono con mi tía durante los primeros meses. Mis padres sufrieron el cambio y tuvieron problemas para aclimatarse con la nueva cultura y el entorno, trabajaban muchas horas para que yo y mi hermana tengamos todo lo que necesitábamos. Mi hermana me cuidaba después de la escuela hasta que ellos volvían a casa. Todavía tengo esos momentos muy presentes porque cuando sos joven creés que tus papás son invisibles pero verlos preocupados fue terrorífico y confuso para mí siendo chica.
Fuiste criada en un entorno religioso. ¿Qué música se escuchaba en tu casa?
Mis padres solo permitían que se escuche música cristiana adentro de la casa, pop rock, góspel, etcétera. Cuando fui suficientemente grande, en quinto año de la escuela, tuve la oportunidad de navegar internet de manera libre, lo hacía después de la escuela porque sabía que ellos no iban a estar por algunas horas. Ahí fue cuando empecé a escuchar la música que me gusta genuinamente, r&b y pop. Estaba especialmente enamorada de Destiny’s Child, Rihanna, Mariah Carey y Britney Spears.
¿Creés que de ahí nació la actitud rebelde de tus canciones?
Sí, definitivamente. Me dio una especie de adrenalina saber que estaba escuchando algo que se suponía no podía. Todas las veces que me descubrieron y tuve problemas por escuchar música que no era religiosa, no quería dejar de hacerlo, me daba aún más ganas. Cuando llegué a la secundaria me dejaron de importar los deseos de mis padres y escuchaba música que ellos realmente odiaban, como hip hop y EDM.
¿Fue siempre el plan dedicarte a la música?
A pesar de estar toda mi vida involucrada en las artes y hacer performances, nunca me lo tomé en serio hasta el último año de colegio, que hace cinco años. Primero lo hacía solo como hobby pero después me di cuenta que podía tener una carrera con esto. Vi mucha gente creativa alrededor mío a la que le iba muy bien y progresando en sus respectivas carreras, así que decidí que podía hacerlo yo también. De todas maneras, en cinco años de componer y grabar música, nunca saqué una canción hasta este verano que pasó. Creo que sucedió así porque todavía no estaba preparada, todavía estaba encontrándome a mí misma y descubriendo mi sonido para ser la artista que quiero ser.
Sacaste tus primeros singles este año, “Make It Mine” y “Snowcone”, que tienen una producción oscura con beats de hip hop y a la vez cambian en el medio para convertirse en algo más cercano al indie pop. ¿Cuáles son tus influencias a la hora de componer?
Como te decía antes, empecé a escuchar mucho hip hop y rap en la secundaria gracias a mis amigos que estaban metidos en ese tipo de música. Escuchaba Kendrick Lamar y ScHoolboy Q, y desde ese momento quedé fascinada con el género. Igual, diría que mi mayor influencia es Amy Winehouse, amé siempre mirar sus shows porque son crudos, no hay filtros. Podías verla y sentir el dolor cuando cantaba, eso me atrapó en seguida. Amaba con tanta fuerza y sin sentir culpa, eso me identificó desde muy pequeña. Para “Make It Mine” trabajé con mi productor Elie en el estudio. Yo venía de una ruptura amorosa horrible y me sentía muy confundida con todo en la vida. Elie comenzó con el beat y yo tenía un estribillo en el que venía trabajando semanas, y terminó siendo parte de esta canción. Al principio no estaba muy segura de la canción porque era muy diferente a lo que venía haciendo, usualmente grababa cosas más cercanas al r&b y escribía sobre el amor y corazones rotos, pero dije “al carajo,” y escribimos y grabamos todo en una misma noche. El cambio de beat en esta canción fue natural, no estuvo planeado. Para “Snowcone”, escribí las melodías y el hook un día en mi trabajo. Cuando llegué a casa, grabé el demo y se lo mandé a Elie. Unos minutos después me llamó totalmente emocionado y la terminamos una semana después. El cambio de beat, a diferencia de “Make It Mine”, fue intencional. Quise representar dos lados míos en una sola canción. Algunos días soy extremadamente valiente y tengo confianza en mí misma, y otros soy sensible e insegura.
Algo de eso hay en tu nombre artístico…
Sí, el nombre Rei Ami viene de Sailor Moon. Sailor Mars o Rei es valiente y segura de sí misma, mientras que Sailor Mercury o Ami es más tímida y sensible. Creo que esos dos personajes representan muy bien los dos polos opuestos de mi personalidad. Quise desde un principio que el público experimente mis emociones de todos los días, que tan rápido es para mí cambiar de calor a frío. Y sé que no soy la única que atraviesa por esto, por eso quiero dar algo con lo que la gente se sienta identificada, algo que les recuerde que no están solos.
¿Trabajás en tu cuarto?
Usualmente es en donde empiezo la canción. Tengo un espacio armado muy simple, un micrófono, monitores KRK y un interfaz Scarlett. Me gusta empezar el proceso ahí porque me permite experimentar y escribir de manera libre, sin interrupciones. Ese proceso me ayuda a tener control creativo y a hacer la canción de la manera en que la proyecto en mi cabeza. Una vez que tengo el demo listo, se lo mando a mi productor o lo llevo a la sesión. Ahí es en donde la canción realmente toma vida, Elie la produce y la regrabamos.
Hay influencias del indie rock en la segunda parte de “Snowcone” por ejemplo. ¿Cómo surgió eso?
Creo que las influencias de rock vienen de mi productor. En su estudio podés encontrar posters y merchandising de Black Keys, The White Stripes y Led Zeppelin. Su mayor influencia es The White Stripes, él piensa que ellos no se obsesionaron nunca con sonar perfectos, solo buscan capturar el momento y ser honestos al mismo tiempo. Creo que adoptamos esa filosofía para hacer música juntos, no nos importa que suene bien o lo que la gente quiere escuchar, preferimos crear algo que nosotros escucharíamos. A la mierda la ecuación, no hay ecuación.
Tus letras dan lugar a una libre interpretación. ¿Esa es tu meta cuando estás escribiendo?
Sí y no. Elie y yo solemos escribir las letras juntos pero tenemos una manera diferente de expresar un mismo mensaje. Él es muy detallista y preciso, mientras que yo soy más incierta y abstracta, eso hace que nos complementemos. Creo que mi ambigüedad y su precisión nos permiten inquietar al público, darles un poco pero no demasiado para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones e interpretaciones de cada canción.
Las letras son siniestras de alguna manera, líneas como “Did I take this shit too far/When I hit you with my car” o “Cross my heart, hope you die.” ¿En qué te inspirás para escribir de esa manera? ¿Es una forma de sanar tu dolor?
La música es la mejor terapia. “Make it Mine” fue la primer canción que grabamos luego de mi separación, no estaba necesariamente dolida por eso sino que tenía miedo. Me sentía sin esperanzas y perdida, no sabía si quería seguir haciendo música. Estaba en un lugar muy oscuro y por primera vez en mi vida me encontré muy enojada. No soy el tipo de persona que se enoja y grita, suelo ponerme triste y llorar desconsoladamente por la frustración en los argumentos cuando hay una pelea. Así que sentirme por primera vez con rabia, me asustó y shockeó. En la letra podés interpretar que estoy de verdad con bronca y quiero venganza. En mi cabeza estaba lista para destruir a esa persona que me causó tanto ira y miedo. Con la música, especialmente al escribir, me permito jugar con esas fantasías en mi cabeza. Obviamente no atropellé a nadie con mi auto pero así de enojada estaba.
Hay otra línea que llamó mi atención en Snowcone: “I’m prozac dependent/Attack when defenseless/Not such a bad a bitch when I’m on my own.” ¿De dónde vino esa parte de la canción?
El Prozac es un anti depresivo que usé por un tiempo pero en realidad hacía que mis síntomas sean peores. Una vez estábamos en el estudio y comencé a gritar sin ningún motivo. Sabemos que los anti depresivos afectan a las personas de diferente manera, pero el Prozac me hizo mierda así que lo dejé. Me llevó a un punto muy bajo de ánimo y llegué a pensar cosas que dan miedo. Por suerte soy muy abierta con mi depresión, todo mi entorno sabe que es algo que sufro hace ya un tiempo. Cuando estoy en momentos de depresión severa me cuesta pensar con claridad. Me volví muy cuidadosa con la gente alrededor y soy más desconfiada que antes sin ningún motivo real. Así que a veces alejo a los que me quieren ayudar.
Tu música está llamando la atención de cada vez más gente. ¿Te lo esperabas?
Dos meses atrás nunca lo hubiese imaginado, de hecho todavía no puedo creer todo lo que pasó en poco tiempo, es surreal. De todas maneras, siempre creí que todo pasa por una razón, la sincronicidad de las cosas es real. Yo y mi equipo trabajamos muy duro estos últimos meses y estoy muy agradecida por la reacción positiva. Es muy validador y te dan más ganas de seguir después de tanto esfuerzo, es lindo se reconozca.
Mucha gente te compara con Billie Eilish. ¿Es su música una influencia en lo que hacés?
Definitivamente diría que ella es una influencia moderna para mí. La primera canción de Billie que escuché fue “Copycat” y me volví loca en el auto. Ella es increíble y que haya alguien que alcanza este nivel de éxito siendo tan joven es inspirador. No creo que hubiese soportado esa presión siendo chica, y ella lo hace parecer tan fácil, es un ser humano relajado y con los pies en la tierra. Siempre se la ve siendo ella misma en las entrevistas, amo eso.
Tus primeros videos son simples pero potentes al mismo tiempo, tu estética es una gran parte de este proyecto. ¿Cómo fue el trabajo para hacerlos?
Para “Make It Mine” grabamos el video apenas terminamos la canción. Elie finalizó con la mezcla de la canción y me dijo “¿Estás lista para filmar el video?” y le dije que sí sin pensarlo. Subimos a su habitación para buscar ropa cool y algunos elementos, después comenzamos a hacer cualquier cosa en Photobooth. Fue muy divertido y mi sesión preferida hasta el momento. Para “Snowcone” quise mantener la misma estética pero con algunos cambios. Mi amigo Mahnoor, quien dirigió y filmó el video, se juntó conmigo para discutir ideas. Pero no terminamos de tener un guión coherente y decidimos improvisar. Terminamos divirtiéndonos en diferentes locaciones.
¿Cuáles son los planes para el futuro?
Acaba de salir mi nuevo single “Dictator” y estoy trabajando en un mixtape que seguro sale a principio del año que viene.
Escuchá “Dictator” en todas las plataformas de streaming.