Conocí a Paula Bidegain en el Subte A. Subió en una estación y me sedujeron su voz y su guitarra. La contacto y me cita en el Hostel Rock Kilómetro 0, pleno barrio de Congreso. Allí ensaya con su banda: Epaway. Suena “Animal Tecno”. Paula Bidegain en la batería. Ángel Vela en bajo y Esteban Godoy en guitarra son los otros dos integrantes de la banda. Comenzaron en 2014. Nahuel, el pibe que maneja la sala, dice que pensaba que era Animal Eterno. Y Paula: “no entra…” Canta y se corrige: “Podría ser…”
Paula Bidegain: “Se me antojó tocar la batería, yo con ellos había tocado en otras ocasiones. Habíamos tocado en algunas movidas pero ellos no se conocían. Y empezamos a tocar. Los primeros días fueron trágicos. Empecé a tocar bata con ellos, tocaba guitarra y siempre canté. Tocaba la guitarra para acompañarme, hace como quince años que toco la guitarra. Pero siempre tenía una cosa ahí con la batería, escuchaba la música y me llamaba la atención. Les pedí que me tengan paciencia y empezamos con algunos temas. Y ahora tenemos quince temas, todos temas propios, con arreglos nuestros. Terminamos una especie de demito para mostrar lo que estamos haciendo y grabar un disco. Los temas que queremos grabar los tenemos que tener antes de fin de este año, estamos viendo dónde grabar, un lugar copado, buena onda, que tenga que ver con lo que hacemos. Es nuestro viaje actual”.
Las letras de los temas de la banda son de Paula, que ha editado tres discos en modo solista –el último se titula Juego de fuego y de ese modo accedí a ella, cuando su concierto en un vagón del subte A acaparó mi atención y compré dicho álbum- y grabó un disco con una banda que se llamaba Santa Loba, “pero no estamos tocando más. Y ahora es esta la banda que estamos bancando a pleno”. Ángel agrega: “hay temas que están encaminados, otros hay que seguir ajustándolos. Los últimos temas tienen mucha onda”. Esteban: “Sí, inclusive algunos de los primeros temas los dejamos de tocar. Al comienzo éramos medio híbridos. Ahora estamos con una segunda tanda de temas con un sonido más definido, más logrado, elaborado”. Paula reafirma: “Estamos tocando a full. Tenemos nuestro sonido. Los últimas temas los compuse para la banda, sabiendo que era para tocar con ellos dos, pensando en el bajo de Ángel y en la viola de Esteban, eso hace que las cosas salgan más copadas y suene mejor”. Es que no es fácil llegar a un sonido propio. Paula: “Es que hay mucha influencia dando vueltas. Hay que ir a la idea pura si no con cualquier cosita que pasa se te va la canción a la mierda. Esteban agrega: “Para mí el sonido es una constante evolución. Hoy nuestro sonido es este. Y dentro de un año será otro, no está bueno eso de ok, llegamos hasta acá”. Interviene Paula: “Sí, todo va cambiando, vos estuviste este año en una re búsqueda de sonido” –se dirige a Esteban, el guitarrista– “una gran búsqueda, con los pedales… y yo también, con los platos…” ¿Por qué la batería en la búsqueda de Paula? “El ritmo me gusta. Me di cuenta que siempre que escuchaba algo estaba marcando el ritmo. Ya hice todo un camino en relación con las melodías. Y me gustó mucho hacerlo, pero ya está. Necesito equilibrarme con la parte rítmica y lograr algo más extremo. Y aparte es un desafío y si no te planteás desafíos estás listo. Uno va mutando. Creciendo”.
Les pregunto sobre el panorama actual del rock local: “hay bandas que están buenas, hay muchas bandas, me gusta una que se llama Bestia Bebé y otra de Tandil que es Indigencia Vip”. Paula se refiere al carácter de su lírica: “Mis letras van por todos lados pero sobre todo por adentro. Me gustaría que lo escuche mucha gente, como toda cosa que un músico hace, desea que lo escuche mucha gente y sé que a la persona que lo escucha le va a entrar, ¿entendés? Se va a quedar y va a poder construir algo con eso. No sé si es multitudinario pero sí profundo. Y una persona puede modificarse y a otros y así sucesivamente. Las palabras… el tema es cómo. Causar sensaciones con juegos de palabras, la musicalidad de las palabras, la posibilidad infinita de combinarlas rítmicamente…”