“No se ponga sentimental señor” es la frase que se repite en ese tema envuelto es estridencia y frenetismo punk. “Es la primera canción que escribí para este proyecto. La compuse con el bajo y los muchachos hicieron su magia sobre eso. La frase es un citado de algo que me dijeron en una noche mientras me dejaban en mi casa, en Puerto La Cruz, Venezuela. Personalmente, es mi favorita hasta el momento”, nos dice Fernando Rodríguez, cantante y bajista del grupo venezolano Niños con pistolas.
“Señor” es el primer sencillo del EP debut del grupo, Guerra Relámpago, a presentar este año con el apoyo del sello independiente -también venezolano- Amigos de la Casa, que ya viene trabajando con varios proyectos alternativos nacionales.
Apenas un año de gestación tiene el grupo liderado por Rodríguez. El resto lo conforman: Gennaro Di Luca (antiguo Davianda, que actualmente toca para TripLand) en la guitarra y coros; Luis Gómez (Verdeagris) en la guitarra y Héctor Cabello (que tocaba en Zeta) en la batería.
El single fue producido entre el cantante y Rodrigo Vera, quien estuvo a cargo de la grabación y mezcla; y la masterización fue una labor de Max Martínez, en Altos Estudios (Barcelona, Venezuela). El EP será presentado junto a una producción audiovisual. Cabe señalar que Vera tiene poco más de veinte años de experiencia, ha trabajado con varios músicos, entre ellos la conocida agrupación Tomates Fritos.
“Es la voz de un adulto reprimiendo a un niño, llamándolo ‘señor’ como si fuese su semejante. Esta canción toca el tema sobre la represión que se le da a los niños, desde muy pequeños, de sus sentimientos y lo que ellos creen correcto; usando frases como ‘los niños no deben llorar’, haciéndoles entender que hay que ser más vivo o superior que los demás; o en casos más extremos forzarlos a que dejen los estudios y se dediquen a una vida de delincuencia o terrorismo”, afirma Rodríguez, compositor de la canción.
Guerra Relámpago cuenta con cuatro canciones y un intro que dura unos segundos (serían cinco tracks en total). Además, las piezas están unidas, como si se tratara de una sola obra. En cuanto a su contenido, el EP aborda los problemas sociales y políticos que se viven en Venezuela, y no está enfocado sólo en el país, sino también considera otros asuntos mundiales que ocurren en la actualidad.
La meta: Hacer más música
Sobre el llamativo nombre del disco, que alude a la estrategia política y militar, Rodríguez señala:
“Etimológicamente tiene un doble significado. Primero, es una referencia directa a la táctica militar alemana (Blitzkrieg) usada por los nazis para perpetrar la ocupación de Europa, que bien se traduce como una ‘guerra tan rápida como un relámpago’, siendo el inicio de años horrorosos de guerra y atrocidades cometidas por codicia e intenciones de implantar una supremacía. Y segundo, hace sátira a la mentira más grande jamás creada en Venezuela: ‘la guerra económica’. El EP es titulado de esta manera por la intención de cumplir con el objetivo planteado en los inicios del proyecto: formar la banda, hacer un álbum de corta duración y grabarlo tan rápido como sea posible antes de que todos emigráramos de Venezuela”.
Por su parte, Rodrigo Vera, que trabajó en todo el EP, agrega que hizo empatía con el proyecto y con el sencillo.
“Tiene su mensaje de protesta pero no tan directo. Fernando me dijo que quería algo oscuro y mucho eco en su voz, como si fuese un presidente en un mitin (risas). Yo le dije que me fastidiaba la alta digitalización con la que se maneja la música actual y prefería que ellos sonaran naturales. Y bueno, en esto Fernando y yo estuvimos de acuerdo, y por eso también me identifiqué con esta propuesta de la banda. Una de las cosas que más me gusta de este disco en la parte humana de la producción”.
Aunque los integrantes de Niños con pistolas están dispersos por toda América, sus planes a futuro se orientan a seguir haciendo música, pese la distancia.