Me quiero ir al infierno podría sonar como una declaración un tanto desesperada; una escapatoria hacia la oscuridad de las tinieblas. Cuando hablamos de infierno automáticamente pensamos en soledad, en un lugar apagado, sin embargo para Iván Lopez Quintana (voz), Nicolás Simone (guitarra y coros), Matías Alegre (guitarra y coros), Julián Forcada (bajo y coros) y Juan Carena (batería) la historia es completamente diferente. Su idea de “infierno” incluye melodías rocanroleras con un justo coqueteo de punk y new wave. Esta banda bonaerense se encuentra presentando su segundo álbum Futurismo negro y aprovechamos la oportunidad para charlar con ellos.
Su historia es bastante larga, llevan ya 18 años como banda y 5 años han pasado desde el lanzamiento de su primer disco. ¿Cómo los encuentra este nuevo material?
Vale aclarar que nos conocemos desde el año 2001, pero no llevamos dieciocho años como banda sino cerca de 10, ya que empezamos a ensayar a finales del año 2008. Después de dos demos entre 2009 y 2011, sacamos el primer LP en noviembre del 2013, y grabamos este nuevo disco, Futurismo negro a fines de 2017. Se lanzó en junio de este año. Nos encuentra un poco más maduros y con las ideas más claras a a la hora de encarar un nuevo material discográfico. Estamos conformes con el resultado y nos entusiasma para empezar a componer para otro disco pronto.
¿Cómo definirían esta etapa de la banda?
Al haber sacado un segundo disco, que creemos que para una banda under es un momento difícil, es una etapa en la que seguimos existiendo, yendo hacia delante y haciendo lo que nos gusta resistiendo el paso del tiempo.
¿Cómo fue el proceso creativo del disco dado el tiempo que tuvieron desde el lanzamiento del disco anterior?
Después de la salida del primer disco, de a poco empezamos a trabajar nuevas ideas. Muchas se fueron transformando en temas. En un momento dado recopilamos todo lo que teníamos e hicimos una selección de lo que nos parecía que entraba en este disco.
¿Qué los inspira al momento de componer?
Más que nada, para componer nos inspira parte del pasado, parte de la realidad actual, lo que nos pasa a nosotros como personas, influencias de otros músicos e incluso algunas películas, sin dejar de nombrar las zapadas espontáneas en la sala de ensayo.
¿Cómo ven la escena local? ¿Qué lugar ocupa Me quiero ir al infierno?
Me quiero ir al infierno es parte de una escena local más bien under en la que se relaciona con bandas que tocan en los mismos lugares que nosotros como Club V y el Salón Pueyrredón. Nuestra idea es tratar de llevar lo más arriba posible la bandera del rock and roll, e ir evolucionando para tener una identidad y un carácter cada vez más propio y definido.
¿Cómo sigue este año de la banda? ¿Qué futuro les gustaría imaginar?
A partir de esta fecha en la que presentamos Futurismo negro, la idea es seguir tocando, compartiendo shows con otras bandas, seguir haciendo temas y discos completos. Y que nos conozca cada vez más gente.
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