Originaria de Francia, con una educación e influencia musical de las raíces estadounidenses más añejas y residiendo actualmente en Londres, Million Miles ha pasado gran parte de su vida nutriéndose de la esencia y de la escena musical de todos los sitios por los que ha pasado, derivando finalmente su música en un género que intercala elementos del soul, del folk, del jazz e incluso del blues, como si estuviésemos describiendo la biografía e influencias del mismísimo Van Morrison.
La joven artista francesa, a la que la respaldan unos 100.000 oyentes mensuales en Spotify, es a día de hoy una gran exponente del soul, no por la magnitud de su trayectoria o la relevancia que ella misma tenga, sino porque a pesar de que su carrera está empezando a alzar el vuelo, Million Miles consigue levantar unas expectativas por encima de lo cotidiano, acerca de lo que será el desarrollo de su música de aquí a unos años. Sus canciones hacen gran justicia al género.
Y decimos corta carrera precisamente porque Miles comienza su cruzada hace apenas un año, en 2017, siguiendo una dinámica de salida de continuados singles (hasta la fecha 8), en lo que creemos que concluirá en el lanzamiento de un disco completo próximamente.
En cuanto a su sonido y enfocándonos sobre todo en la voz, que es su piedra angular, es algo más cercana a las voces femeninas del jazz, pero no en un sentido tan estricto como serían las de Diana Krall o Ella Fitzgerald, sino más resguardada bajo el manto de influencias de otros ritmos del mundo y haciendo que suene un poco más pop. De este modo, resulta en música más accesible que el jazz común, al menos para una persona que no está tan interiorizada en ese mundo. Al mejor estilo Amy Winehouse.
Para captar rápidamente el concepto, basta con escuchar “Ice Cream and Cigarettes“, su canción más popular y en la que demuestra con delicada transparencia la esencia de Million Miles.
Con artistas como Million Miles, donde sea que se encuentre Aretha Franklin, puede estar tranquila y segura. Hay mujeres con talento listas para continuar con su legado, en un género tan olvidado en los tiempos actuales y que ella tanto defendió.