Alexander Longstaff se viene con todo, y su nuevo proyecto, Polvo Disco, lo demuestra con creces. Apostando por un sonido de mixturas experimentales, el trabajo del músico argentino no renuncia a las clásicas influencias que todo productor y compositor formado en el electro-pop lleva consigo, debido a los años transitados por diferentes etapas artísticas, como lo fue Alai, banda pop donde se desarrolló como tecladista, o como en sus continuas presentaciones en las pistas de Buenos Aires, como DJ.
Pero las búsquedas de los artistas suelen ser expansivas, y éstos a veces deciden salir y explorar nuevas experiencias, nuevas tierras, para encontrar también diferentes fuentes de inspiración. Así fue que su vocación artística lo llevó a Nueva Zelanda, donde logró ser DJ residente en la célebre discoteca Wildfire, una de las más concurridas del país.
La afición de Longstaff por sus raíces hizo que el músico buscara en su propio lenguaje las huellas de un nuevo sonido, sustituyendo el inglés por su idioma vernáculo. Ese cambio de lenguaje incitó también a una tranformación estética que dio como resultado a Polvo Disco, una conjunción sonora ecléctica y de gran calidad, donde hay influencias de géneros diversos, como la música popular y latina, la indietrónica, el dance-punk y los subgéneros surgidos a mediados de los años noventa, que hasta el día de hoy mantienen vivas a las experimentaciones dentro del mundo de la música electrónica, tal como es el caso de Polvo Disco.
“Filipinas“, primer single de Polvo Disco, que a continuación les dejamos, fue masterizado por Greg Calbi, en Sterling Studios de New York, y difundido en Argentina por Bamba Records. Su video fue filmado en Tailandia, bajo la dirección del canadiense Kristof Brandl, en octubre de 2013.