Hay discos que se quedan marcados siendo mejores cuando se ejecutan en vivo. No es demérito para una banda que esto acaso ocurra. Abunda en la historia discos que han pasado por este pequeño obstáculo, y esto parece ser el caso del EP Lon G, del grupo brasileño Sonora Coisa.
Lanzado en diciembre del año 2014, a través del sello Patético Records, el EP cuenta con 6 canciones. Formada en 2010, la banda está compuesta por Rafael Bührer (bajo y voz), Afonso Bührer (guitarra y voz) y Mauricio Freitas (batería).
Lon G fue producido por el productor muscal Mark Kramer, famoso por trabajar con artistas reconocidos en el mundo de la música, como Galaxie 500, White Zombie y Urge Overkill (responsable por la versión de “Girl, You’ll Be a Woman Soon“, presente en la banda sonora de la película Pulp Fiction de Quentin Tarantino).
El rock alternativo propuesto por el trío excita en sus presentaciones y llega, en los mejores momentos, a recordar This Will Destroy You, gran nombre del post-rock.
“Seesaw“, segunda pista del EP, es la mejor canción del disco. Es un placer ver cómo la banda hace experiencias sonoras y líricas, bebiendo de otras fuentes, tales como iconos de la música ambiental como Antimatter, y el slowcore memorable de Galaxie 500.
Imposible no ver en Sonora Coisa fuertes afinidades con My Bloody Valentine. Y esto es, precisamente, la mayor marca de la banda. El grupo inglés de shoegaze, con sus distorsiones y reverbs, establece el ritmo del trío de Curitiba. A los nostálgicos de la efervescencia musical de los años 1990 (grunge, post-grunge, slowcore, sadcore y shoegaze), Sonora Coisa es un regalo para los oídos.
“Monologue” es la canción más densa y oscura del EP, evidenciando el motivo de la elección del inglés como idioma por parte de la banda. Curiosamente, la siguiente canción, “Amistad“, se opone a la anterior. Con la acústica y su aura más melancólica y receptiva, el “Hi, hello. How you doing?” se hace rapidamente digerida (y repetida).
“By the Tide” comienzá sólo con el bajo y la batería, recordando un poco al principio de “Silver” de Nirvana. Sin embargo, es posible observar que la banda hace el post-rock, haciendo de la canción, una música más ambiental.
La canción que cierra el EP, que curiosamente se titula “Bye” (adiós en inglés), es un shoegaze con pizcas de post-rock. Un buen cierre para un disco que, si no se enorgullece de su excelencia, al menos entretiene y anima por la posibilidad de lo que podría venir adelante.
De forma general, el grupo merece ser escuchado más de cerca. En vivo ellos suenan mejor y más cerca de lo que quieren los tres músicos. También es digno de mención que las referencias musicales que pueden ser capturados en ellos sirven de estímulo en un período de tanta similitud en el escenario independiente de Brasil.