Desde Costa Rica se siente el rugir de Saturno Devorando aproximándose, como ese cuerpo extraño que estuvo en órbita desde esa explosión cósmica en 2013 que trajera a tierra ese oscuro, visceral y cultor del shoegaze, trip hop y noise experimental costarricense que fuese Sans Soleil, para volver en forma de meteorito intergaláctico y así abandonar ese estado inerte, inmaterial y regresar como lo hiciera hace pocos meses con Glenn Gloud, ahora con este excelente nuevo sencillo “Sad Song“.
Ronald Bustamante es el cerebro artificial y orgánico de este cuerpo cósmico en mutación, y es quien decodifica el ADN del dúo que completa Fiamma Aleotti, la cual raspa con su voz y sus letras la piedra interestelar que choca en tierra para que brote de ella ese líquido entre espeso, suave y sangre, que dará origen a una nueva evolución sonora en conjunción con nuestros sentidos, un mundo nuevo ya inventado que se reproduce lento y a 1000 km por hora a la vez, entre el trance que genera atravesar las puertas del inconsciente estando despiertos y el pararse frente a ese cuadro oscuro de Goya que da nombre al proyecto, con esa extraña sensación, mezcla de ambición y suicidio.
Con esta nueva canción, Saturno nos dejan con los sentidos en alerta esperando su segundo próximo álbum, ansiosos de que llegue el momento y que “Sad Song” solo sea una puerta más que se abra, en eso que se aventura a prever como un laberinto sonoro que nos transmutará por los túneles más oscuros de los suburbios perfumados, de vestidos extraños, guitarras distorsionadas y maquinas ruidosas de un under que muestra todo su potencial por estos días en este país del Caribe, en donde no todo es sol y playas de aguas cálidas, también hay quienes hacen tristes canciones. Seguramente a Björk le gustaría mucho Saturno Devorando, es mi humilde percepción.