Desde Cuenca, La Madre Tirana es un nombre que está empezando a denotar experimentación y frescura dentro de la escena musical independiente ecuatoriana. Hace poco, lanzaron su primer videoclip “Ipanema”, un tema inolvidablemente cálido en blanco y negro.
Su disco homónimo, con 10 tracks y un arte muy femenino/surreal, es una continua exploración de elementos y climas que llegan para quedarse. Sin querer etiquetar, pasa por varios estilos y los ejecuta con originalidad a través de guitarras distorsionadas, sonidos orgánicos y melodías oníricas.
Resuena lo de una pandereta, “La Madre Tirana- Alferecía (Rock & Roll)” llega imponente y establece el comienzo antes de llegar a “Sónicos, deprimidos, digitalizados”; oscura. “La mañana negra”, “Miedo de mí” y “Todo volverá a su lugar” son temas que poseen algo que funde todo y lo actualiza.
Deriva a momentos cumbre como “El Cuadro” y, musicalmente diferente, “Entre Ríos”, demostrando la interesante fusión de influencias que se dan a lo largo del disco. La voz de “Mantras inservibles” transmite esa luminosidad del canto mántrico con la psicodelia sesentera de los Beatles. “Midas” cierra el círculo de un primer álbum que tiene todo para sorprender positivamente.
La Madre Tirana, el personaje detrás de La Madre Tirana, es fan de los dictadores y los ídolos falsos y promete guiarnos por entre su viaje musical. Con la inspiración de figuras como Brian Eno, Spinetta y Charly García, esta imagen de madre poderosa es el Ziggy Stardust de José Orellana (voz y guitarra en Jodamassa).
La Madre Tirana II se divisa cercana; seguilos en sus redes de Facebook, Youtube y Bandcamp.