El febril under montevideano que llena de notas extrañas por estos días ciertos antros ya conocidos de nuestra ciudad, ha parido desde sus vísceras más profundas y oscuras a una deforme especie incomodantemente saludable e imprescindible para toda escena que se vanaglorie como tal. AsadoCrudo, dúo formado en 2011 por Guillermo Elisondo en bajo y voz y Sebastián Elisondo batería, entre el vegano- canibalismo, Lightining Bolt, Bleach, Tool, grindcore, hardcore, punk y ese delicioso espíritu-sonido desde las cavernas, salido de quien sabe que pozo húmedo y gris, sin arreglos pomposos, que tiene ese tufo que escasea, como el de esas casas recién construidas, portland, pintura fresca, sin adornos, ni plasmas, ni libros, ni nada, el estado puro de la cosa misma, lo real, de eso se trata este, su primer disco.
Luego de la necesaria insistencia de quienes disfrutaban de sus explosivas presentaciones en vivo, AsadoCrudo decide llevar a un formato disco, ese demo de 2014 que les valiera ser lo que son. De ahí que estas 12 canciones chorreen esa sangre de carne fresca, que como descargas pasan una tras otra. El dúo logra seguir sonando a demo (qué placentero cuando esto sucede), mejorando lo que tenía que mejorar para poder llegar hasta donde ahora estamos. Bajo, batería, riffs, ruido, algún coro (femenino, Nabila en “Cosas malas” y masculino, Darvin en “Noches de anestesias”), canciones cortas (o tocadas explosivas y velozmente), gritos casi guturales (podrían tocar con cualquier banda de death metal local sin incomodar a nadie no lo duden), un vuelo mínimo de guitarra que otro (Nico Sepia), Guillermo canta en inglés y en español y deja de hacerlo para que el viaje (psicodélico-stoner-cavernoso) sea solo instrumental. El combo inicial con “I don’t like your face”, “C-3” y “Deseos y fluidos”, configuran la quintaesencia del grupo, y nos abren las puertas para lo que se está por venir.
Un disco ideal para escuchar al palo mientras vas caminando por algún supermercado, un centro comercial o alguna otra plataforma en el culo del capitalismo, sin entender que hay que entender, despertando del bostezo eterno televisivo, de medios masivos, modas de turno, correctamente incorrectas, y nuevas extrañas vidas de “socialistas” burgueses con iPhone y tarjetas de crédito. Primos de Power Chocolatin Experimento, Martes Martir, Cadáver Exquisito, O’Neill, y más cercanos a Hijo Agrio o Beatriz Carnicero, el secreto mejor guardado que se pasea por la senda más oscura del under de Montevideo. Saquen sus propias conclusiones.