Los Zalvajes se formaron en 2012 con “sus distintas limitaciones”, para crear un nuevo sonido al que definen como “repetitivo, autista, hipocondríaco, que surge desde el más húmedo y gris Montevideo”. Según contaron a Indie Hoy, no saben hablar inglés y, “bobeando”, encontraron un sonido que les era cómodo y que también se puede bailar.
Antes de intentar definir su estilo, Los Zalvajes describen su música como algo lleno de “bajos soberbios, baterías camorreras, guitarras linyeras y teclados incoherentes que, recién después de un tiempo, se pudo plasmar en un disco que rejuntó cosas de antes y después, llamado Están Padentro”.
En este nuevo trabajo que presenta la banda se saca a la luz un material con mejor calidad sonora que sus dos EP anteriores, Sin título y sin masterizar (2016) y Los Zalvajes (2013), pero sin embargo mantienen la estética garage rock y la esencia emotiva. Mediante teclados y melodías vocales interesantes, en Están Padentro se muestra una música a la que quizás se podría categorizar como post-punk, que plasma en los tracks “Volqueta” y “Viva la joda” sus mejores expresiones. Por momentos, su sonido se asemeja al mood manifestado por otras bandas montevideanas de rock con sintetizadores, como Iván y Los Terrbiles (en especial su track “Möebius”), o Sr. La Muerte (en “Calaveras de oro”).