Hay algo en Perú, quizás sus playas, que inspiran a las bandas jóvenes en su sonido o en el camino que toman. Al menos, eso es lo que pienso al escuchar el primer single de los limeños de The Bluefoes llamado “The Road“, que podría describirse como un indie rock bailado arriba de una tabla de surf sobre esas olas tan apreciadas en el lado del Pacífico.
Los muchachos que integran este proyecto son: Diego Chávez (guitarra y voz), Sebastián Torres (guitarra y voz), Fernando Avila (bajo y voz) y Pedro Zúñiga (batería). Acerca de cómo llegaron a formarse hace cinco años, nos cuenta el bajista: “Diego, Sebas y Pedro han estudiado en el mismo colegio, pero solo los dos primeros eran amigos y hacían música desde ese entonces (por cierto, ellos son los miembros fundadores de la banda), para ellos Pedro era solo un conocido con quien no hablaban. Después que terminó el colegio y tras la salida del baterista de aquel tiempo (Omar de los Santos) decidieron comunicarse con Pedro y fue perfecto desde un principio”.
Fernando prosigue la historia:
“Diego, Sebas y yo nos conocíamos de vista desde las épocas del colegio porque llevamos catequesis de Confirmación juntos, pero yo me llevaba muy mal con Diego por diversas razones [risas]. Más adelante, por razones del ‘destino’, Diego y yo terminamos estudiando en la misma universidad y nos comenzamos a llevar bien. Para este momento yo ya gustaba de la banda y había conocido a Sebas y a Pedro. En el verano del año pasado, el bajista de entonces (Dante Zeña) decidió salirse de la banda. Así fue como entré a The Bluefoes y quedó con la formación actual”.
Sobre el nombre de la banda, que significa “Los enemigos azules”, nos devela el misterio el vocalista Diego: “Estábamos Sebas, el primer batero y yo pensando en ponernos un nombre, porque íbamos a tocar. Como no teníamos idea de por dónde comenzar con el asunto, buscamos en internet un “generador de nombres para bandas” y había una foto que te enseñaba a hacerlo, algo así. Los pasos eran poner el color de tu polo (remera) al lado de lo último que habías comido y salieron nombres como “The Black Eggs” y “Brown Peanuts” y no nos gustó el resultado. De pronto aparecieron el The y el color azul “The Blue…” y el baterista sugirió The Blue Ovnis, pero como ovni es una palabra en castellano (objeto volador no identificado), optamos por The Blue UFOs. Ese iba a ser el nombre pero cuando Sebastian nos inscribió en el concurso en el que tocaríamos, juntó las palabras y quedó como The Bluefoes y como guardaba relación con la anterior idea, saliendo casi de casualidad, nos quedamos con eso”.
Todos los miembros componen por su cuenta canciones que no necesariamente son para la banda. Pero, justamente los que tomaron la palabra en los párrafos anteriores, son los que tienen proyectos musicales más personales y activos. Diego Chávez se presenta bajo el nombre de Somontano, el cual es muy recomendable descubrir. Y Fernando Avila también tiene un proyecto solista llamado El Amigo de Fermín, pero lo ha dejado de lado para componer canciones nuevas y diferentes, además que el nombre ya no le gusta y quiere empezar algo desde cero del cual probablemente tengamos noticias este año. Mientras tanto el bajista ha participado en el más reciente trabajo del joven peruano radicado en Buenos Aires, Fabricio Robles, llamado Dónde.
Por la forma en que cuentan las cosas, hace pensar que se divierten mucho juntos, así que les pedí que me cuenten una anécdota grupal. Fernando, vuelve a tomar la palabra, y nos dice esto: “El día en el que nos tomamos la foto para la portada de The Road pasó que tuvimos que llevar el auto que aparece en la foto, un Toyota Crown Saloon del ’83 que no está en el mejor estado que digamos [risas]. La cuestión es que la hermana de Pedro (Rafaela), a quien agradecemos mucho, nos llevó en el auto hasta el lugar donde tomaríamos la foto, con ciertas complicaciones por el estado del mismo. Bueno, luego de la sesión de fotos, en el momento en que queríamos prenderlo para regresar, nos dimos cuenta que la caja de cambios estaba malograda y todo el camino Rafaela estaba peleando con la caja porque no pasaba con facilidad a primera o segunda. Y así. Después de una hora, el auto terminó por malograrse en el cruce de Canta Callao con Izaguirre, exactamente en el centro del cruce y tuvimos que bajar así con los outfits con que aparecemos en la foto, que por cierto agradecemos a nuestra amiga Littleshion por ser nuestra asesora de imagen. Entonces, bajamos a empujar el auto, que pesa demasiado, hasta que lo estacionamos a un costado de la pista. Luego de un descanso decidimos parar un taxi para que nos empuje hasta la casa de Pedro y sacó una cuerda que más que todo parecía un hilo, el cual se rompió como 3 veces al intentar jalar el carro. Luego el taxista se fue y llamamos a otro para que nos ayude y esta vez sí se pudo. Llegamos a la casa después de 2 horas o más, pero fue muy divertido. Bastante divertido”.
Volviendo al principio, The Road fue grabado, mezclado y masterizado por Óscar Aranda en Aragon Studios. No hay dudas, que tal como su nombre lo dice, es el camino por donde estos enemigos azules piensan transitar y solo nos queda esperar las sorpresas del recorrido. Aunque se metieron al agua con el sonido surf que le dan a este sencillo, el indie rock es la base de la que parten y de seguro habrán otras sonoridades a explorar y jugar. Lo que sí hay, son otras canciones dando vueltas por ahí y que espero puedan descubrir, como la potente “Missing the Head” o la disonante “Dænse“.
Sebastián, el guitarrista, nos habla del futuro: “Tenemos planeado lanzar 5 singles este año y esperamos lograrlo. Ya lanzamos el primero, y está en todas las plataformas virtuales habidas y por haber. Estamos empezando a trabajar el siguiente single para lanzarlo el otro mes a más tardar y pronto daremos más info sobre eso”. Pedro, el baterista, también habla del futuro, pero del más cercano: “Este mes (abril) tenemos dos fechas confirmadas. La primera es este domingo 22 en Clandestino Bar junto a bandas amigas como Aeropod, El Espacio Entre los Dos, La Conocí en Hawaii, entre otras. El evento se llama The Beatiful Day y la entrada es libre, así que no se lo pierdan”. Clandestino Bar queda en Jr. Pachitea 185, Lima (a una cuadra de la plaza San Martín).
“Y la otra fecha en la que estaremos, es el segundo día de La Feria Marciana. Es decir, este 28 de abril en el Coliseo Eduardo Dibos”.