Lo Frágil Del Sueño es el segundo álbum editado por el uruguayo Nicolás Sánchez. Con un total de catorce canciones, el disco es como un círculo que completa la identidad de su autor, combinando las distintas etapas que conoció desde que iniciara su carrera musical, y tanto por actitud como por realización resulta una introducción ideal a su obra.
Al igual que su primer álbum (Temporales, 2012), Lo Frágil Del Sueño es una producción independiente, y todas las composiciones son de autoría de Sánchez. Sin embargo, este nuevo disco tiene una impronta colectiva, ya que la banda que actualmente lo acompaña en vivo unificó sus fuerzas para darle forma en el estudio.
Con las nociones de búsqueda y superación personal como eje, Lo Frágil Del Sueño es el retrato sicológico de un músico que desde la autogestión busca construir un espacio donde su obra no solo exista sino también cobre la estatura suficiente para ser contemplada por un público tan amplio como el de sus anhelos.
“Nada Que Llevar” fue la primera canción escrita expresamente para el disco. Como manifestación artística, denota la influencia de No Te Va Gustar – influencia que riega la principal parte de Lo Frágil Del Sueño, y alcanza de lleno los temas que tienen mayor magnetismo como ser “Un Reflejo” y el dueto “La Distancia y El Reloj” (con Nahuel Cruz, de La Perra Que Los Parió).
Otros referentes incluyen a Kings Of Leon en “A Tiempo”, y los Foo Fighters en “La Misma Piedra” – canción que de hecho corresponde a la primera etapa compositiva del autor, cuando lideraba una banda llamada Suburbio que se disolvió sin editar discos. Su inclusión es significativa, teniendo en cuenta que para este nuevo álbum compuso cerca de unas cuarenta canciones.
Fiel a sus orígenes, “La Misma Piedra” es el exponente de rock más duro de Lo Frágil Del Sueño, solo que la producción logra una simbiosis de la capacidad de asombro de la época en que se escribió con la perspectiva actual del autor – algo que también ocurre con “Espero Por Vos”, canción que cronológicamente corresponde a su disco anterior como solista.
Desde el punto de vista conceptual, esa capacidad de asociación es lo más destacable de esta nueva obra. Es como si se condensara en un mismo tramo todos los caminos físicos y sentimentales recorridos hasta el día en el que el autor se afianzó en el estudio para grabar el disco, de modo que la experiencia no podría ser más abarcadora.
Ahora, a nivel narrativo el álbum quizá hubiera funcionado mejor si se editaba en dos partes: una enfocada en el aspecto ilusorio, y otra en el real. Ciertamente se puede hilvanar una historia que mantiene “A Tiempo” como punto de inicio y “Nos Falta Cambiar” como mojón a medio camino, atravesando antes composiciones como “Su Alma Clara” y el intenso dueto “Diez Mil Razones”. En lo que respecta a la segunda parte, debería incluir “Al Despertar”, “Lo Más Frágil” y “En Tus Manos”, con su declaración de “escuché decir que todo pasa, y lo último en morir será la esperanza” que resume en una frase la esencia toda de las catorce canciones ofrecidas.
En cualquier caso, esto no deja de ser una consideración teórica. Si bien las ilusiones y las realidades descritas en las canciones son apreciables por separado, la unión es lo que les brinda una profundidad real, y hace que Lo Frágil Del Sueño presente una historia tan valiosa como lo es toda aquella que nos enseña que ciertos fuegos pueden no volver a encenderse pero no por eso serán cenizas, del mismo modo que nuestros sueños siempre serán igual de preciados por más dolor que la vida pueda apilar sobre ellos.