Los sonidos sintetizados avanzan sobre la escena indie argentina, donde son recibidos y asimilados bajo distintas percepciones, con mayor o menor incidencia. El noroeste del país no ha quedado exento a tales influencias y reestructuraciones. La expresión más palpable de lo que el uso de samplers, voces procesadas y sintetizadores analógicos, puede generar sobre estas latitudes, es el proyecto de Álvaro Morales y “Fleko” Correa Antoni.
Johny Boy surgió durante el transcurso del 2017, saltando al vivo sobre el cierre de ese año, con shows esporádicos y con una identidad en construcción. De a poco fueron adaptando las formas a la necesidad de experiencia y la búsqueda de recursos que permitiesen plasmar las ideas en estudio. Adjuntado ese bagaje primario, afrontaron la tarea de materializar lo creado en un disco titulado Plutón, producido durante los meses de junio y julio del 2018.
“Se grabó en el home estudio de Fleko, que hizo de ingeniero. Grabamos guitarras, algunas voces pasadas por un amplificador vox valvular de sonido clásico inglés y otras por pedalera. Tratamos de explotar al máximo lo que teníamos a mano. Fue un proceso austero de alguna manera”, explica Álvaro.
Más allá del esquema casero, hay un condición inherente a la existencia de Johny Boy: la tecnología. Álvaro, principal encargado de los sintetizadores, dice:
“Componemos prácticamente desde la compu, sin tantos instrumentos analógicos. Hay una continuidad entre la composición y la producción, es algo que vamos haciendo los dos y sobre eso se genera el proceso, buscando el sample adecuado, el sinte necesario en cada lugar. Y eso se va retroalimentando”,
Para la postproducción acudieron a Juan Armani, afín al género, habiendo trabajado con Bandalos Chinos, Conociendo Rusia, Valdes y otros artistas con similar impronta. “Le mandamos el producto que generamos, y cuando estuvimos en Buenos Aires tocando en el ciclo Motor Pop, nos vimos en su casa en una tarde muy intensa de laburo. Es un disco que hicimos por correo en algún punto,” aclara al respecto Morales.
Si bien el sonido del dúo refleja una conciencia e intención hacía lo novedoso, la inspiración para esto remite a obras con cierto peso histórico. “Influencias grandes fueron Bocanada de Cerati y Clics Modernos de Charly García. Algunas más actuales son Roosevelt o Tame Impala, hasta quizás Un Planeta y Usted Señálemelo en lo nacional”, señala Fleko.
“Hay muchas cosas que vienen de refilón, hay lógicas de trap aunque no parezca, un trap medio chacareroso. Hay una identidad folclórica que no se nota pero que está ahí. La idea es poder trabajar con diferentes musicalidades”, coinciden los artífices de Johny Boy.
“Plutón”, el tema que inicia el disco, marca un pulso suave y etéreo, mientras invita al despegue, con detalles elegantes que moldean la atmósfera extraterrenal. Más rítmico y condensado en el retro pop, aparece “En el puente”, donde guitarras perfiladas y teclas envolventes se hacen presentes sobre una lírica efectista.
Profundizando en la espesura de las voces computarizadas y el coqueteo synth tropical, “Viernes y te vas” asoma como hit sedoso. Luego “Cuerpos celestes” retoma la línea espacial, dibujando una asociación fresca entre el synth pop y el progressive electrónico, funcionando este track además, como fina transición hacia la ganchera “Necesito dejarte”, canción que se eleva como himno de cancha, con una letra desencantada y un beat cuasi heroico, que se quedan rebotando en la sesera ante la primera escucha.
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