Desde El Umbral, su primer disco, la voz de Feralucia reconocemos la fiera luminosa que está naciendo y mostrando sutil, sobria y bella lo sublime que puede lograr el proyecto musical que ha sorprendido a la escena indie colombiana.
¿Por qué en inglés? Preguntan algunos y no podría ser más acertada y contundente la respuesta que Feralucia les brinda con un delicado: “no sé”. Es como si a usted le preguntaran por qué es heterosexual. Es algo instintivo de Feralucia, pensar y sentir en inglés después de toda una vida, en un mundo globalizado e influenciada por bandas que cantan en el idioma dominante en el mundo. En este punto me pregunto: ¿A Björk le cuestionan por qué no canta en islandés?
Feralucia danza entre el inglés y el español en sus canciones una narrativa que engrana perfectamente entre lo que quiere expresar entre líneas y directamente.
Desde el análisis de sus canciones se revela su proyección seductora y con una aguda percepción de los lazos complejos que se tejen entre amores como si cada palabra fuese dirigida a personas que respeta y les brindara un tributo enmarcados en sonidos que armonizan, encajan y exaltan las palabras.
Su primer álbum: El Umbral desde el espectador es un sonido sublime que va más allá de una composición acorde y simétrica es un sonido que se nutre de una exploración estética que Paula Soto, compositora y cantante del proyecto le transmitió a su co-productor Otto Díaz desde un lenguaje elaborado a partir de una traducción estética de texturas, colores y el espectro espacial de los sonidos, y es así como dibuja, porque también es artista visual, ella dibuja el sonido, le da forma y la expresa en una composición equilibrada con sus manos, sus hombros, su espalda y su excelsa voz.