15 años es la edad donde una niña pasa a ser mujer. 15 años tenía Solange Jacobs cuando comenzó con su carrera artística, entonces ¿qué mejor nombre que ese para iniciar un proyecto que parte de lo experimental hasta llegar a la performance audiovisual? Justamente, en este 2015 ha lanzado Abecedario, vía Buh Records, por donde ya editó en el 2011, The Image Lovers, su primer trabajo en solitario bajo la estela de Fifteen Years Old.
Entre The Image Lovers y Abecedario hay una diferencia obvia al leer los títulos, pero ambos discos tienen un formato de un EP de 6 tracks. Mientras que en el primer disco recurrió al camuflaje del inglés para sus composiciones, es en el segundo donde se vuelca a su lengua materna para generar una amplia gama de sensaciones. Y por lo tanto, al ser un trabajo más exquisito y reciente, ahondaremos en él de la misma forma que la arquitecta peruana radicada en Barcelona lo hizo.
La gestación de Abecedario nació entre viaje y viaje de Lima a Barcelona, y viceversa. Durante su estancia en Barcelona logro realizar el track apertura ”Ancho Mar: Seda”, este fue producido a la distancia por el argentino Daniel Lopez Quiroga (Mellonta Tauta). Desde el mismo lugar, Barcelona, se encuentra con otro peruano radicado por esos lares y con el arma “Padre Nuestro” ; Alberto Cendra (Puppies in the Sun) produce esta oración católica que ha tomado una vuelta de tuerca bizarra.
El resto de las canciones fueron producidas en Lima junto a David Acuña, quien ya hizo lo mismo con su placa debut. Entre esas se encuentra la canción que le da título al disco. “Abecedario” es la más sencilla en arreglos pero la más compleja en cuanto a lo que se escucha, tanto por el alfabeto que va creando de a poco. Un delicado spoken word que se torna irreverente y orgásmico, y con esto me refiero a un orgasmo real de la misma niña-mujer que recita. Más superada que Jane Birkin, Solange Jacobs no tiene vergüenza en afrontar su sexualidad para plasmar aquí sus gemidos loopeados hasta el orgasmo-hartazgo. Aparece también una mirada muy femenina a la migración interna en el Perú a raíz del terrorismo, que se torna folclórica: así, “Rugido” cierra el pequeño disco.
Ahondando en lo visual a lo musical, la portada del disco es solo la provocación inicial que encierra el concepto bajo su propio contexto. Aparece la niña que en sus primeros pasos a ser mujer descubre su sexualidad, aparece la culpa católica como estigma cuyo dolor se hace gustoso. Desea remarcar su identidad de mujer peruana que al llegar a otro país que no es el suyom se adapta al entorno y al lenguaje, de modo que enriquece el que tiene y lo expande. Embebe de sus influencias de forma ingeniosa, paseando de Jeanette a Cocteau Twins. Al no haber un género exacto de lo que hace, usaremos sus propias etiquetas: Performance Poetry, Political Pop, Moon Music Experimental and autobiographical.
Solange Jacobs se considera creadora, más que cantautora, dice desafinar a veces pero eso no le impide que se muestre tal cual. Tampoco impide que podamos disfrutar sus creaciones, las cuales ella libera sin remilgos. Lo que hace se puede comparar en la misma línea que su compatriota Natasha Luna pero al otro extremo; mientras que la creadora de Carcasse pasea por la fantasía y la oscuridad, FYO lo hace en la cruda realidad y sexualidad.
Antes de ser FYO, Solange fue parte de la banda Tonka (2003-2008). También ha participado en proyectos multidisciplinares en ciudades como Buenos Aires, Santiago, Valparaiso, Lisboa, Lima, Berlín, Trujillo, Madrid, Murcia, Valencia, entre otras. Pueden seguir dándole un oído, pero sobretodo un ojo, al trabajo de Solange Jacobs en el Tumblr de FYO. Recientemente presentó un proyecto de Música y Performance en el Museo Contemporáneo de Arte de Barcelona (MACBA) donde además realizó una maestría en teoría crítica y estudios culturales vinculados al activismo y las prácticas artísticas contemporáneas.
En el mes de septiembre estará haciendo una gira europea, junto al proyecto de Narcoleptica (Madrid) que incluye dentro delrecorrido una presentación en la capella del MACBA junto con el proyecto local Barcelona Coágul.