Gust Wolo dio sus primeros pasos en la música tocando el bajo en una banda de la adolescencia llamada Reflex. Luego continuó su recorrido como compositor de bandas de sonido para obras de teatro, donde se topó con un camino que atravesaría fuertemente su vida: la escritura.
Tras recibirse como Licenciado en Letras, y tras muchos años de haberse dedicado de lleno a esta disciplina, se encontró volviendo a la música con un apetito voraz por componer. Fue entonces que cursó un taller de canciones con Lucio Mantel, tomó clases de producción con Carli Arístide -guitarrista de Lisandro Aristimuño-, de piano, de canto, de escritura de letras de canciones y hasta volvió a subirse a un escenario con la banda del cantautor Fabián Iurino.
La primera etapa de este reencuentro fue un conjunto de cinco canciones que harían un EP, pero finalmente fueron publicadas por separado a lo largo del 2020 y 2021. Para entonces, la idea de Gust era materializarlas a través junto a su amigo y productor Lito Castro. El músico describe esos primeros singles como la búsqueda de un lenguaje propio, motivo que lo llevó a descubrir un sonido heterogéneo que va desde el pop hasta el folklore electrónico.
El próximo movimiento, entonces, sería consolidar esta etapa de búsqueda. Tras una cocción lenta de varios años, y con el riesgo de haber sido devorado por el olvido, publicó el disco Alineación y balanceo. Producido y orquestado por el trombonista Manuel Delrio y editado por el sello Elefante en la Habitación!, este EP propone un viaje por distintas emociones humanas junto a un selecto grupo de invitados.
Alineación y balance es el resultado de una obsesión de Gust con el concepto de “canciones-películas”. Para eso, se valió de géneros variados que le sirvieron de base para ahondar en la faceta más emotiva de cada una de las canciones. Además, su experiencia en la literatura y la dramaturgia se reflejan en su especial compromiso con las letras, en las que también volcó su interés en los ciclos vitales, lo orgánico, el Yin-Yang y los enigmas del cosmos.
Así, el cruce entre estas ideas y sus conocimientos literarios se completa con una singularidad a la hora de crear: canciones que tienen el género borrado, con personajes que expresan la diversidad de su creador.
El título del EP alude al ajuste típico que se les hace a los autos antes de emprender un viaje, de modo que desde el minuto cero, Gust apuntala la idea de salir a explorar algo nuevo. Pero también funciona como metáfora de la alineación y el balanceo personales, de buscar un eje, un equilibrio.
Este periplo se inicia con una marcha camión uruguaya (“Me voy para el Uruguay“), pasa por una especie de calipso sobre un náufrago que no quiere ser rescatado (“Botellas vacías“), toca el hit popero de letra picante (“Flan mixto“), recorre un vals melancólico (“Museo de cera“) y culmina con una canción de prédica ecologista y social (“Seres de agua“).
Así, Gust indaga en la potencialidad de las diversas emociones humanas atravesándolas con distintas músicas que le sirven de lienzo. Profundiza en una búsqueda inquieta que amplía su llegada, no solo a nuevos públicos, sino también a una concepción más orgánica y genuina de la música. Como todo viaje, Alineación y balanceo promete no dejarnos indemnes.
Escuchá a Gust Wolo en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).