La música a veces se difunde en el boca en boca, esparciéndose la novedad de que una banda tiene grandes canciones y un show en vivo para destacar. Esto no es algo nuevo, siempre ha sucedido, pero en tiempos de estímulos constantes y redes sociales como faros de observación, resaltar en carne y hueso es algo más que loable. Así comenzó el camino de Hombre 2000, un quinteto de la zona oeste de la provincia de Buenos Aires que desde 2023 busca forjar su propio camino.
La banda está conformada por el cantante y guitarrista Augusto Del Plato, el tecladista Juan Pablo Contartese, el baterista Federico Cremer, el bajista Julián Morales y el guitarrista Martin Pereira. Su experiencia tocando en vivo les dio tiempo para pulir y concebir su primer disco, Las bestias bailan afuera (2024), con un arte de tapa claro: si el león sale a cazar, el ciervo va a contraatacar.
“La pintura representa muy bien el disco -sostiene Augusto en conversación con Indie Hoy-. Por más que sean figuras del presente, son atemporales. La batalla que proponemos no va a terminar nunca; la tensión está ahí”. Con esta premisa y luego de una introducción, inicia la canción homónima del disco, con un bajo que domina el sonido y va cediendo paso a guitarras con wah-wah y voces en diferentes tonos que transforman los estados de la composición.
“Queremos ser una respuesta a una vacancia de representación para esos que no nos queremos quedar tirados llorando las penas -afirma Julián Morales-. Buscamos impulsar una rabia transformadora, una contestación a toda la mierda que nos bancamos diariamente”.
“Ahora voy a salir” es una demostración exacta de rock sónico, una de las etiquetas que la propia banda usa para describir su sonido. El riff de guitarra se estira y el platillo de la batería se une para un momento explosivo que en vivo se traduce a la perfección. Para darse a conocer, la banda compartió algunos documentos dispersos donde explican sus intenciones y señalan que esta canción es una declaración de principios, una forma de unión y lucha ante el individualismo reinante.
Las bestias bailan afuera conceptualiza al grupo reunido en una especie de búnker y desde allí se produce la acción, la salida al exterior. El sonido está lejos de ser lineal y acompaña la potencia de las palabras. “Fuego amigo” y “Buda” bajan los decibeles y entonces la psicodelia se hace presente. “Sovietnam” vuelve a poner al rock y la distorsión como baluarte, donde se revela una influencia de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Al igual que la primera parte, el segundo puñado de canciones del disco son un viaje por distintos estados de ánimo guiados por la guitarra. “Insignia roja” es un final emotivo, diferente, una melodía triste que se estira en el tiempo, ante un protagonista que no pide venganza, solo humanidad. En los últimos minutos se crea un coro que va quedando solo en la mezcla, hasta terminar en un murmullo de voces similares a las del comienzo del álbum.
Pero Hombre 2000 no se queda solo en las palabras, sino que proponen un sentido de comunidad, tocando en fechas a beneficio, en lugares de lucha como el club La Cultura del Barrio, y lo que ellos titularon “Rock para comer”, una serie recitales donde la entrada es un alimento no perecedero a beneficio de distintos comedores.
“Queremos provocar, pero en un sentido amplio -sostiene Julián-. Queremos generar una consecuencia en los que escuchan. La indiferencia es dura”. Los Hombre 2000 están seguros de sí mismos. Consideran que su álbum es arriesgado, por proponer una historia, un impulso a sentarse y escuchar con atención lo que tienen para decir personas que forman parte de una generación por momentos retraída. Su objetivo de acá en adelante es seguir formando comunidad, y para ello entienden que deben conservar ciertas formas del pasado con elementos del presente y así esparcir su visión del mundo.
Escuchá a Hombre 2000 en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).