A fines de los años noventa en la ciudad de Buenos Aires, Joaco Che e Ignacio Zubeldía -ambos provenientes de Alto Valle del Río Negro, al norte de la Patagonia- dieron vida a Subsole, banda de rock muy influenciada por el sonido de The Velvet Underground y con la que presentaron dos discos, Subsole (2001) y Pasatiempo (2004), ambos bajo el sello Ultrapop. Luego de varios highlights (fueron invitados a abrir los conciertos de proyectos como Stephen Malkmus, Lemonheads y Luna) y andanzas en la escena alternativa porteña, la banda llegó a su fin en 2005 y cada uno tomó rumbos separados. Hoy, dieciséis años más tarde y asentados en ciudades diferentes, los músicos se encuentran presentando Ir y venir, un álbum trabajado a distancia y compuesto a base de amistad y amor por las canciones.
En 2019 y viviendo a dos mil kilómetros de distancia, Che y Zubeldía decidieron volver a hacer canciones juntos. Así, entre reuniones online, drives y un WhatsApp súbitamente demandante, nuevas composiciones -con un sonido que remite a Subsole pero con aires más frescos y elementos más modernos- comenzaron a tomar forma. Durante el proceso, el anuncio del confinamiento por brote de COVID-19 ayudó al dúo a abrazar con más fuerzas la metodología que estaban empleando y enfocar así todas sus energías en este nuevo trabajo.
“A pesar de que vivimos lejos, yo en Buenos Aires y Joaco en la Patagonia, siempre seguimos vinculados -comenta Ignacio Zubeldía en conversación con Indie Hoy-. Cuando dijimos de volver a hacer canciones no había ningún plan, queríamos hacer canciones porque es algo que nos gusta y nos une desde hace mucho tiempo. También durante mucho tiempo seguimos compartiéndonos canciones que hacía uno para que el otro opinara, así que fue natural el proceso de empezar a trabajar así, a través de la tecnología, este nuevo disco. Cuando llegó la pandemia y todo el mundo quedó suspendido, a nosotros nos potenció. Ya veníamos trabajando de manera remota, así que seguimos más enfocados, con más tiempo”.
Ya con varias canciones en carpeta, los ex Subsole convocaron al músico mendocino Javier Montalto -a quien Joaco había conocido algunos años antes en Villa La Angostura- para que fuera el productor del nuevo disco. Con él ya en escena, en abril de 2021 se juntaron los tres en casa de Joaco Che a tomar decisiones estilísticas, definir conceptos y terminar de grabar algunos detalles, proceso en el que el disco se redujo de trece canciones a ocho y en el que se volvió, sonoramente hablando, más uniforme.
“Javier desnudó las canciones. Sacó más que lo que agregó, porque nosotros habíamos metido mucha cosa electrónica y él llevó el disco a algo más puro”, sugiere Joaco Che, y Zubeldía agrega: “Las canciones que él seleccionó no eran necesariamente las que nosotros hubiésemos elegido, con lo cual desde ahí nos tuvimos que liberar de lo que nosotros pensamos, porque confiás en su criterio. Y él después trabajó mucho la parte de amalgamar el sonido, lo que estuvo muy bueno”.
El resultado de más de dos años de conexión profunda entre Joaco Che y Zubeldía quedó plasmado en Ir y venir, un disco cancionero, con letras minuciosas y detallistas, que cuenta con referencias tanto del rock alternativo de fines de los noventa, como del revival post punk de principios de los 2000 y de la canción popular argentina. Este diálogo inspirador y delicado entre las influencias de ambos autores (hay que mencionar que el álbum también cuenta con una preciosa versión en español de la canción “I’ll Be Your Mirror”, de The Velvet Underground, y la primera versión grabada de “Energía”, original de Ariel Pieragostini) sumado a una poesía cuidada que busca la transparencia y, quizás a la factura misma del disco, hizo que Ir y venir esté atravesado por una sensación de viaje entre amigos, ahí cuando en medio de la ruta el aire fresco pega fuerte y se abren charlas sinceras y profundas sobre el paisaje, los amores, la música, el camino.
Escuchá Ir y venir en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).