La disolución de sus proyectos en banda fue el último empujón que Joan Schmidt, guitarrista y cantautor argentino, necesitó para lanzarse a probar suerte como solista. El primer coqueteo con esta idea había sido un año antes de que esto suceda, en 2018, cuando le ofrecieron la posibilidad de grabar un tema de forma gratuita en un estudio. Así, Joan estrenó su primer lanzamiento con su nombre propio, llamado “Monte”, un single que funcionó como semilla de lo que vendría después.
Esa suerte de primera etapa, desde su debut hasta 2022, se completa con otros cuatro singles que exploran una faceta por momentos más cercana al soul o R&B, aunque siempre pasado por un prisma de composición electrónica y sin abandonar el formato de canción. Un claro ejemplo de esto puede oírse en temas como “Cuento” o “La muerte de las miradas” -junto a Julián Maidana-, ambas de 2022.
Desde entonces, el camino de Schmidt tomó un norte más homogéneo y contundente, que culminó con la realización de su primer disco, El último espacio vacío, publicado de forma independiente en diciembre de este año. Pensado como una historia que tiene a las canciones como episodios, el álbum debut de Joan Schmidt es una pieza melancólica con la ausencia y el duelo como ejes que atraviesan a la obra. Un aura de intimidad la recorre, gracias al sostén que aportan la guitarra y la voz, siendo particularmente esta última de un color único, con una tesitura que logra conectar con las sensaciones que busca evocar el cantautor.
A este binomio tradicional de guitarra-voz se le puede agregar una serie de elementos que corren a las músicas de Joan de un plano meramente acústico, siendo capaz de hacer dialogar a estos timbres con otros propios de la música más bien electrónica. Esta lógica resulta ser una constante no solo hacia el interior del disco, sino también a sus primeros lanzamientos, que poco tenían que ver con esta reciente búsqueda de núcleo más folk.
Los motivos de este viraje son muy claros para Joan, quien reconoce que aquella primera época acústica lo encontraba escuchando muchos artistas de ese estilo que hicieron que se vuelque a ese género de manera casi instintiva. Poco tiempo después, se dio cuenta de que no se sentía del todo cómodo haciendo ese estilo y que estaba forzándose para encajar. En paralelo, sus gustos fueron mutando y sus composiciones se adaptaron de acuerdo a nuevas músicas que escuchaba y vivencias que lo atravesaban. Ese proceso le mostró resultados “más sinceros y más representativos” de lo que quería y podía hacer.
Junto al productor del álbum Fabrizio Calabrese, decidieron tratar de mantener la esencia de las canciones, creadas originalmente a guitarra y voz, manteniendo ese espíritu que denominan “de habitación”, en referencia al estado de encierro y soledad en el cual creó este disco.
Escuchá a Joan Schmidt en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).