La historia de Kjjjjjjjjj se remonta al año 2013, cuando el guitarrista Mariano Membrives y el baterista Lorenzo Schiavo decidieron formar un dúo cuyas primeras piezas, puras improvisaciones, abrirían paso a composiciones instrumentales cortas y estructuradas. El proyecto encontró la forma que mantendría por varios años con la incorporación del bajista Nicolás Esparrach, y empezó como algo tan relajado que en su fecha debut, Nicolás no participó porque tenía un asado. Poco les importaba con tal de tocar; ellos iban y enchufaban.
La crudeza del hardcore y el ethos punk eran tan evidentes como el gusto por los arreglos intrincados y los tiempos irregulares. “Almohada”, “Adgar” y “Pfffffffff” de su disco debut titulado simplemente Kjjjjjjjjj y publicado en 2016, darían cuenta de la solidez del trabajo realizado y de la indudable química entre los músicos, mientras que “Wacho’s Shadow Dance” anticiparía el carácter experimental de su segundo trabajo. Pero antes, vendría Anomalía.
Para el momento en que aquel disco debut (hoy considerada una obra de culto) veía la luz, Anomalía no era más que un conjunto de cinco o seis bandas que compartían el gusto por ciertos ritmos irregulares construidos a la orilla del Espacio Cultural Mi Casa. El math rock era un género tan desconocido que muchas piezas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
Con poca experiencia y no muchos recursos, se empezaron a gestionar fechas, festivales y alguna que otra gira. De a poco, cierta mística comenzaba a construirse alrededor del sello y sus fechas, y cada vez se acercaba más gente. “Lo más importante fue que conocimos mucha gente y música, logramos nuevas amistades y nos llenamos de anécdotas -cuenta Mariano en conversación con Indie Hoy-. Aprendimos lo importante que es, siendo músico o artista, no estar solo y crecer acompañado de tus pares”.
Aquella primera generación de Anomalía fue tan fructífera como breve. Entre 2017 y 2019 ocurrió un éxodo de músicos locales debido al cual casi todas las bandas que iniciaron el colectivo dejaron de tocar o espaciaron sus presentaciones. Quienes estábamos presentes en esas épocas todavía recordamos aquel Anomalía Fest de 2018, el cual contó con la participación de Hungría, Puerto Austral, Archipiélagos y Malviaje, bandas locales que pronto cesarían sus actividades por distintos motivos. Kjjjjjjjjj, sin embargo, logró seguir con su propuesta pese a la mudanza de Mariano a Dinamarca en 2017.
Centro de dispersión (2020) terminó de grabarse a distancia, y representó un quiebre en la trayectoria de la banda no solo por la inclusión del tecladista Juan Manuel Zarraga, si no también por lo pulido de su propuesta estética y el carácter expansivo que la nueva gama de sonidos trajo. Si el debut había sido crudo, rápido y salvaje, este segundo LP demostraba una madurez compositiva que se traducía en piezas más contemplativas (“Doce pasos”), más largas (“Masita”, “Hmmmmmmmmm”), y llenas de una tensión un tanto más controlada (“Cartus”, “Naomesque”). El math rock después del math rock tal vez se parezca a este post rock, quizás.
“Desde el 2017 tratamos de activar al menos una vez al año, cada vez que estoy de visita en Buenos Aires, y los escasos shows de los últimos años estuvieron siempre a tope -cuenta Mariano-. Obviamente todos los procesos son más lentos, composición, grabación, ensayos… pero se puede. Tal vez no es lo ideal, pero es lo que es y hay que disfrutarlo”.
Fieles a su identidad anómala, el trío decidió esta vez dar un paso más allá en términos compositivos. Desafiando la lógica habitual de la producción musical, algunas de las piezas de su tercer disco, Bi Won (2025), encontraron su forma final en base a tracks de batería originalmente pensados para canciones que luego serían descartadas. Sobre estas grabaciones, Membrives compuso y grabó aquí y allá nuevas piezas de guitarra, lo cual resultó en “un collage de cosas que, comparado con el álbum anterior, resulta menos orgánico. Sin embargo, merece ser querido por lo que es, y representa nuestras ganas de seguir haciendo música”.
Bi Won, que vuelve a convocar a la banda en formato trío, suple la ausencia de teclas con más capas de guitarra y cuenta con la colaboración de Disonar, alias de Ezequiel Gaspar, en “Santuario”, el track más ambient del disco. La última presentación de la banda, a sala llena en El Emergente de Almagro, dejó al público anticipando lo que la placa demuestra: el trabajo sostenido y consistente de un conjunto que, incluso cuando vuelve a sus fundamentos a nivel compositivo, encuentra formas de seguir sorprendiendo, esta vez en un LP más condensado y sintético, pero que retoma la potencia y el carácter juguetón de aquellas primeras músicas improvisadas.
Esta semana, Kjjjjjjjjj se presentará en una nueva fecha producida por Anomalía Ediciones. Acompañarán la velada Malviaje, clásico del math rock local que se reúne para la ocasión, y Mis Sueños son de tu Adiós.
Escuchá a Kjjjjjjjjj en plataformas (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).