Kobe FC emergió en la escena porteña de hardcore punk en 2019. Con solo cuatro canciones bajo el brazo, la banda salió a los escenarios para sostener al emo como un espacio de contención y unión. Después de eso, el caos que sumió al mundo en 2020 los frenó un tiempo, pero el grupo subsistió gracias a la dinámica de estar juntos en el estudio y seguir tocando en vivo.
Sus cuatro integrantes provienen de lugares muy distintos musicalmente. Leandro Agra, guitarrista de la banda, es el creador del sello Paper Heart Discos especializado en emo, siendo el único miembro que ya había tocado en bandas del estilo. Rodrigo Lalande es el baterista que se repite en un sinfín de proyectos hardcore, mientras que Guido Perri toca en la banda de metalcore Por Tierra Firme. Ezequiel Jaroslavsky, en bajo y voz, tocaba en The New New, un dúo de bajo y batería. Es difícil señalar una sola influencia en común ya que pueden coincidir en Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, System of a Down o Fugazi, mientras que algunos grupos que guian su sonido pueden ser Alexisonfire y AFI.
Esas composiciones que tuvieron su debut en vivo fueron grabadas durante 2022 en los estudios FDM junto a Sebastian Barrionuevo. Nadie es una isla, publicado en septiembre de ese año, es su único EP hasta el momento, un trabajo que define la melodía y la furia como la carta de presentación al sonido de la banda.
“Jaulas pintadas”, el primer single publicado por la banda, contiene un fragmento del poema “Date a volar” de Alfonsina Storni, unas líneas que el vocalista encontró en sintonía con lo que quería expresar sobre el amor libre. Las canciones de Kobe FC buscan hablar sobre los sentimientos y ofrecer una solución a ellos mediante la introspección, una idea que viene a partir de su experiencia como músicos y personas.
“Componemos la música y ensayamos durante meses, hasta que hay un click y surgen las letras”, cuenta Ezequiel Jarolavsky en conversación con Indie Hoy. Esto se puede escuchar en “La intención detrás de la acción es lo que importa”, donde el riff lleva el protagonismo, gestando un grito desgarrador hacia la mitad de la canción. También vuelve a aparecer en “Nadie es una isla”, el tema final del EP, donde la voz desaparece para que los patrones instrumentales se repitan como una marcha.
Las actividades y proyectos personales de cada integrante hace que todas las fechas que toquen tengan un propósito. “Nuestra intención es hacer shows que valgan la pena, con objetivos concretos. Nos interesa participar en movidas hechas por las bandas, por nosotros“, sostiene Jaroslavsky. La banda forma parte de un gran presente para el emo, junto a otros proyectos como Warren, Cursi No Muere o Mia Wallace OD.
Kobe FC no tiene pensado hacer un disco, al menos no por el momento. El presente los encuentra en el proceso de composición para entrar al estudio y grabar un par de canciones para presentar en vivo antes de fin de año. Advierten que la etiqueta de emocore tal vez ya no sea la adecuada para definir el futuro del grupo, pero que siempre tendrán el punk bajo el brazo.
Escuchá a Kobe FC en plataformas de streaming (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).