Sentimiento es lo que sobra. El mismo que atrapa al escuchar una sola canción. La voz seduce. El receptor se deja arrastrar como si se tratase de olas. Se deja mecer. Es la cantautora Giovanna Núñez, conocida como La Lá. Nacida en Lima, Perú, comenzó en el mundo musical desde la década del 2000 en una agrupación de jazz donde duró dos años. Luego, fue parte de proyectos de otros artistas, pero no se atrevía a mostrar sus canciones, hasta que decidió darle forma a su propuesta personal: La Lá.
Así como lo oyen, La Lá, pura sonoridad. Como un tarareo, la la la la…. Pero realmente el pseudónimo se debe a que: “Tuve que ponerme un nombre artístico rápido para salir en un disco compilatorio. Pensé en usar algún apodo, pero me di cuenta de que nadie me decía nada descriptivo como La Chata, La Gorda, La… Así que jugando con eso me puse La Lá, con el segundo Lá para rellenar la ausencia de vida social. Con rellenar me refiero a que cuando eres parte de un grupo es cuando tienes más probabilidades de tener apodo. En esa época estaba siempre en mi casa. No veía mayores de edad casi nunca”, comenta Núñez para IndieHoy.
Giovanna Núñez es una cantautora autodidacta, estudió Filosofía pero nunca Música como disciplina. “En la música comencé cantando en una orquesta de jazz. Era una orquesta de jóvenes que estudiaban, a la vez que daban conciertos con las piezas que ensayaban. Yo aprendía las canciones de oído y no llegué a aprender a leer música”, señala. Esa fue otra de las razones por la que no mostraba todo ese talento oculto que sólo descubrió por sí misma al interactuar musicalmente con el público, al ver que despertaba emociones.
Núñez es de pocas palabras, se muestra tímida y reservada. Quizás prefiere comunicar a través de sus composiciones. Hasta los momentos tiene publicados dos trabajos discográficos, el primero es un EP homónimo del año 2010, y el segundo es su disco debut Rosa de 2014.
Prepara nuevo disco
A La Lá llegamos por casualidad a través de su álbum Rosa colocado en Bandcamp y en YouTube. Lo primero que resalta es la portada que muestra una imagen doble difusa, un rostro repetido, casi reflejos sobre un fondo negro. Además, está como cantando, seguro que boleros, valses y música criolla peruana; pero también bossanova, jazz, trova, canciones de cuna y más géneros latinoamericanos y del mundo.
“De chica escuchaba mucho a Michael Jackson, cumbia colombiana, guarachas, salsa y música para niños que nos enseñaban en el colegio. Siempre he tenido preferencia por la música melódica y cadenciosa”, dice Núñez. Sus canciones son sencillas, la acompañan una guitarra, a veces el bajo, cajón peruano, flauta, piano, pues tampoco necesita muchos instrumentos y equipos.
Su voz es su principal herramienta, esa voz suave que susurra, improvisa sonidos de aves, del entorno y le da un matiz diferente a cada canción. Sólo basta con escuchar su disco con trece temas que hablan de amor o desamor, anhelos, sueños, naturaleza, encuentros y desencuentros, dualidades, polos apuestos, narraciones de la cotidianidad, de su mundo íntimo en su hogar, con ella misma. Todo eso está expuesto sin ningún complejo, sin temor a nada, sin rebuscamiento. Pura sinceridad envuelta en un velo de romanticismo y cierta melancolía. “Mi proceso de componer es espontáneo. Se me ocurre algo y lo grabo, luego junto cosas que me parece que van bien juntas y hago la canción. Los sentimientos me motivan a hacer canciones”, asegura la cantautora.
Actualmente tiene dos proyectos: el primero, grabar un segundo disco que espera presentar en 2016 y, el segundo, “aprender a usar los medios de comunicación de Internet”, asevera Núñez. Hasta los momentos, esa producción no tiene nombre ni tampoco su creadora sabe cómo será.
No es poseedora de una voz prodigiosa, tampoco es una gran guitarrista, pero sí llama la atención. La Lá simplemente expresa lo que le sobra: sentimiento.