Al otro lado de la cordillera están pasando cosas. En medio de un contexto social y político complejo que parece no dar respiro a los vecinos chilenos, suenan guitarras y melodías agradables, acompañadas por una dulce y tímida voz que recita letras esperanzadoras y de superación: se trata de Laró, el proyecto en solitario de Diego Laroze.
“Que el alma crezca, cree y cante,” de esta manera el joven chileno le da bienvenida a todo aquel que entre a su perfil de Instagram. Y no es casual, Laroze percibe a la música como una forma de liberación y descarga personal. Es así que a principios de 2019, con la ayuda de un grupo de cómplices amigos, decidió concretar su proyecto solista al que llamó Laró, una especie de diminutivo simpático de su apellido.
A lo largo del año Laró publicó tres singles que formarán parte de su disco debut, Abriendo latidos, con una fecha de publicación estimada para el primer semestre del 2020. “Mirando el mar”, su último single publicado, cuenta con un videoclip el cual fue filmado, dirigido y producido por él mismo. “Fue una experiencia muy grata,” cuenta Diego. “Nunca había dirigido un video y es algo que quería hacer desde hace tiempo, crear algo audiovisual. Desde el comienzo tenía la idea de emular una Super 8, ya que me parecía la manera más abordable para hacerlo debido a que los movimientos de cámara, los planos y los enfoques no necesariamente tienen que ser profesionales. De hecho, es lo contrario. Se trató de conformar una idea que, desde la imperfección, retrate momentos más random o cotidianos. Fue muy entretenido porque en las filmaciones pude incluir a los chicos de la banda, a gente conocida, a mi novia.”
En un momento del video aparecen carabineros. ¿Cómo es ser músico y estudiante en Chile en este momento?
En este momento en Chile, no es fácil ser ni estudiante ni músico porque carecés de privilegios. Los jóvenes fueron y son reprimidos fuertemente. Por eso también incluí la toma de los carabineros, era la cotidianidad que se me presentó en ese momento. En mi caso, ser estudiante de música y músico a la vez, es algo disidente porque, aparte de que siempre fue difícil darse a conocer, hoy lo es aún más. Por otro lado, hay una industria que es muy acotada, y a la vez existe una cultura del arte que tampoco avala mucho al músico chileno. Pero por suerte creo que todo eso está cambiando. La música chilena creció mucho y personalmente creo que está en un muy buen nivel.
Se podría intuir que este contexto social te inspira o tiene repercusión en tu música…
Es difícil no verse movido por todo lo que está ocurriendo, y hoy la lucha sigue. Por suerte, se han logrado cambios muy grandes culturales y de paradigma. Por ejemplo, hay cabildos abiertos constantemente y también se ha creado un sentido de unidad social muy grande. Todo esto te afecta y de alguna u otra manera te inspira. Yo creo que si me afecta como persona, repercute de alguna manera en mi música.
En tu canción “Buscamos” se siente una influencia de los primeros discos de Coldplay, pero “Abriendo latidos” remite a cosas del candombe uruguayo. Es imposible encasillarte en un solo género…
Me lo han dicho [Risas]. Lo que pasa es que las canciones que estoy sacando, las que van a formar parte del disco, son una selección de temas que hice desde mi adolescencia hasta el día de hoy. Se creó una línea temporal bastante larga, donde las influencias van cambiando y se van moviendo. Por ejemplo, “Mirando el mar” es la primera canción que hice en mi vida cuando escuchaba todo el tiempo blues, por eso tomó esa sonoridad. Luego llegó el folk en “Buscamos”, por ejemplo. Por esa razón el disco se va a llamar Abriendo latidos, porque constituye el proceso de creación de canciones que me fueron abriendo caminos y sanando heridas. En cierta forma me agrada que no se me pueda encasillar en un solo género, es una especie de compilación. Hoy en día, si bien me encuentro buscando un sonido específico para mi segundo disco, amo lo involuntario.
¿Cómo llegó la música a tu vida?
Llegó por el lado de mi familia. Tengo recuerdos de mi infancia muy asociados a la música, como por ejemplo estar viajando con mi familia a algún lugar fuera de Santiago y estar cantando con ellos canciones de los Beatles o Sui Generis. En mi entorno familiar hay varios músicos, por lo que siempre estuve cerca de los instrumentos y los sonidos. También se me vienen a la memoria imágenes de estar tocando el piano en la casa de mi abuelo, sin saber qué era lo que estaba haciendo. Por suerte, siempre tuve una profunda y cercana relación con la música.
Recién mencionabas a Sui Generis. ¿Cómo es tu relación con el rock argentino?
Siempre me gustó el rock argentino. No se puede negar que es un patrimonio para la música latinoamericana. La verdad me gusta mucho escuchar a Spinetta, Cerati, Sumo, o Aznar. Con respecto a bandas más actuales, me gusta Usted Señálemelo, que los fui a ver la última vez que vinieron a Chile, o también El Mató A Un Policía Motorizado, que la encuentro muy buena. Hoy en día escucho un poco de todo, no necesariamente rock, por ejemplo Perotá Chingó o Aca Seca Trío que me encantan. En el último tiempo estuve escuchando cosas más cercanas al folclore.
Si bien Laró es tu proyecto solista, no tocás solo. ¿Tus músicos intervienen a la hora de componer?
Funcionamos de la siguiente manera: primero yo compongo el esqueleto, por así decirlo, la melodía y armonía en guitarra o piano, pero los arreglos son siempre en conjunto con los chicos. Son músicos espléndidos y aparte somos todos amigos, por eso confío en sus criterios. A la hora de cranear una canción conversamos y pensamos cada detalle, sobre todo con Boris Ortega (teclados y voz), que pasamos horas y horas en el estudio. Me encanta decirle a los chicos que somos un equipo y que cada uno tiene su rol y la libertad de sentirse en el proyecto como si fuera suyo.
¿Cuáles son tus planes y proyectos para este año?
Se viene un año interesante. A comienzo de año vamos a terminar de sacar los singles que quedan, y dentro del primer semestre sacamos el disco. Por otro lado, ya están las bases para empezar a grabar el segundo disco y encima con la producción de una persona que admiro mucho que es José Ignacio Jaras, que ha trabajado con Los Tres y Jorge González de Los Prisioneros. Estamos todos entusiasmados y trabajando para eso. Y por último, se nos presentó la posibilidad de ir a México así que estamos viendo de postular a un fondo para solventar el viaje e ir a tocar allá. Ojalá se nos dé…
Encontrá la música de Laró en todas las plataformas de streaming.