Los Maples de Huevo nació en 2015 como un proyecto de amigos de la secundaria que tocaban para divertirse y pasar el rato. Después de algunos cambios de formación y con la intención de darle seriedad al proyecto, el tiempo post pandemia los revitalizó para soñar en grande.
El sonido de la banda oriunda de La Paternal -conformada por Matías Gochman en voz y guitarra, Maximiliano Garrido en guitarra, Agustín Aller en bajo, Manuel Rub en batería y Carolina Di Paolo en guitarra y voces, que se sumó en 2023- es difícil de catalogar, en especial porque cada integrante trae a la mesa influencias muy distintas entre sí. Su mayor virtud es la fusión del rock nacional con otros géneros musicales, desde el tango hasta el pop, algo que mantuvieron en todas sus etapas y versiones.
Tras publicar algunos singles y tocar en vivo por Buenos Aires, en 2023 publicaron Lo mismo que acá pero un centímetro arriba, su primer disco. Ciertas bandas tienen el sueño de editar un álbum, pero para Los Maples de Huevo es solamente un medio para lograr cosas más grandes: su objetivo primordial es la conjunción junto al público, el tarareo de un riff por cientos de personas, la creación de un momento único e irrepetible.
Lo mismo… es un viaje de emociones, diversión y melancolía, con composiciones que se originaron en distintas épocas de la banda. El inicio con “Lejano Orense” podría ser un tango sonando en algún bar porteño hasta la aparición de la banda, dando lugar a una de las fusiones tan características del grupo. El título viene a partir de una relación de amor instantánea con la gente de la localidad de la costa.
Más adelante en el disco, “Enfermerx sensual” es un hit dentro del repertorio de la banda en vivo, la más pedida por su público al final de cada show. “Me gustan tres” propone un riff rockero clásico con un fuerte ritmo, mientras que la última parte del álbum es un abrazo a la balada con las eclécticas “Nada más que tu amor” y “Tus huellas”. Todos los instrumentos que aparecen durante el álbum se esfuman en “Carta de despedida” donde la guitarra y la voz de Gochman juegan su partido en solitario y dan un final emotivo con la frase: “Que no me duele cada vez que tengo que decirte chau”.
Cada recital es una experiencia diferente para la banda, ya que buscan ofrecerle a su público un valor agregado, no solo para evitar aburrirse sino para que la experiencia de sus seguidores se renueve todo el tiempo. Hay performance, cambios de vestimenta, chistes entre ellos y siempre tienen invitados, por lo que es casi imposible que haya una fecha solamente como quinteto. “Cada show está pensado para ese día. Tratamos de adaptarnos al lugar y situación. La gente entra en el código interno de la banda fácilmente”, cuenta Gochman en conversación con Indie Hoy.
Hacia el futuro, la banda planea seguir tocando y generar lazos junto a otros grupos que estén en su sintonía. El movimiento de bandas post pandemia los entusiasma y muchas de ellas son observadas como un modelo a seguir en cuanto a perseverancia y unión. Piensan que además de hacer sus fechas propias, es tiempo de tocar en festivales y fechas junto a otros grupos. Probablemente no haya tanto lugar para la performance que los distingue, pero sí para el intercambio con el público y para nuevas experiencias.
Escuchá a Los Maples de Huevo en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).