LosPetitFellas es un proyecto que brilla sobre el escenario. La banda colombiana -que aterrizará este mes en Buenos Aires y ya agotó las entradas a su primer show en el país- logró recorrer gran parte de Latinoamérica gracias a su distintivo despliegue escénico y su particular fusión de rock, rap y jazz. Pero más que un concierto musical, los artistas lo definen como una obra tragicómica.
“Es un show donde vas a brincar, reír, abrazar al que tenés al lado, bailar… pero también te va a hacer pensar, sentir y hasta llorar. Nos gusta hablar de la fiesta y la alegría, pero también de cosas profundas: el alma, el amor, el perdón, la trascendencia”, explica Sebastián Panesso, guitarrista y también productor de la banda, en conversación con Indie Hoy.
“Nosotros nos caracterizamos principalmente por el show en vivo -asegura-. Desde que comenzamos, lo que más nos gusta es tocar. Es donde realmente nos sentimos plenos“. Antes de cada presentación, tienen pequeños rituales que los preparan para la energía que se despliega en escena. “Nos gusta escuchar salsa, tomarnos un whisky, hablar del show… Cada quien tiene su forma de prepararse y de concentrar la energía. Tocar en vivo es una catarsis completa“.
En cierta forma, fue la constancia de sus shows en vivo y giras por el mundo lo que ha hermanado a esta banda que lleva más de diez discos publicados en poco más de una década de carrera. “Somos muy amigos, pero la música nos hizo amigos -explica Sebastián-. No crecimos juntos, sino que la música nos juntó ya de grandes“. Esa complicidad se refleja sobre el escenario, en la forma en que se entienden sin necesidad de palabras y en cómo logran que el público se convierta en una parte integral de la experiencia.
“No hay un lugar más hermoso para la banda que tocar en vivo -dice el guitarrista-. Es como salir a jugarse el partido: hay que darlo todo, estar atentos a lo que pasa, si a alguien le falla algo, si un redoblante se cae. No somos de esos que solo suben a tocar y listo. Nos gusta que la gente participe, que sean parte del show. Si todo está muy loco, sacamos un bote inflable, lo llenamos con trago y alguien se convierte en el capitán de la borrachera. Nos gusta que haya interacción, porque el show es tanto nuestro como del público”.
La banda llega al país en el medio del proceso de finalización de su próximo disco, un periodo que Sebastián describe como “la larga noche”. “Durante la pandemia, hicimos tres discos de siete canciones cada uno -cuenta el artista sobre la serie de álbumes que titularon 777-. Fue un período fuerte, no solo de hacer música, sino de sobrevivir. Ese desgaste nos llevó a una pausa creativa. A veces, después de tanto dar, uno necesita recuperar energía”.
Fue durante esos años que el quinteto oriundo de Bogotá decidió mudarse a Ciudad de México, “con maletas de ropa, algunos instrumentos y la idea de hacer música”. Al segundo día de haber aterrizado, ya estaban componiendo canciones acerca de esa experiencia, y de ese proceso surgió “El sol“, single que vio la luz en 2024. “Nació de la reflexión de un nuevo día -describe Sebastián-. Llegamos a Ciudad de México sin cortinas en los cuartos, con el sol pegándonos en la cara y recordándonos que estábamos ahí para crear. ‘El sol’ es sobre el movimiento, la energía y el agradecimiento”.
Lo siguieron con “Música de contrabando”, también un retrato de su nueva vida en México. “Es una oda al barrio donde vivimos, a lo que vemos día a día en esta ciudad -cuenta el artista-. Nosotros no creemos en hacer música por hacerla, sino en narrar lo que vivimos. La vida es cambiante y nosotros cambiamos con ella. Siempre estamos en movimiento“.
LosPetitFellas es una banda que siempre se permitió ser. Sin moldes ni etiquetas rígidas, cada integrante encontró su lugar en un espacio donde la creación es libre y colectiva. Sebastián recuerda aquellos primeros días cuando al cantante Nicolai Fella no le convencía del todo el sonido de una guitarra con distorsión. “Le parecía que era muy rockero, él estaba más en el hip hop con jazz”. Pero al poco tiempo, el mismo Nico le pedía más distorsión. “Yo decía, a ver, espérate… tampoco es una banda de metal”, recuerda entre risas.
Esa flexibilidad, ese juego entre opuestos, es lo que definió la identidad del grupo. Cada uno trae su propio mundo, su historia y sus influencias, logrando así amalgamar extremos tan distantes como el jazz y el neosoul con el rock and roll y la salsa. “Lo más bonito de esta banda es que es un lugar libre de pensamiento, libre de creación”, asegura Sebastián. Para él, no se trata de ir en contra de una idea por el simple hecho de diferenciarse, sino de construir juntos algo más grande, una especie de quimera musical donde cada parte aporta su esencia.
Esa apertura también se traslada a la composición. Nicolás, apasionado por la literatura, incorpora la poesía de Borges en sus letras, mientras que Sebastián, con su formación en ingeniería y producción de audio, aporta otra sensibilidad al sonido. “Nos dimos cuenta de que cohibirnos era una mala idea”, reflexiona. Por eso, en su música no hay reglas fijas. Si una canción pide cumbia, entonces será cumbia. Si necesita el filo del rock, lo tendrá. Todo se vale mientras sea honesto.
Esa misma honestidad es la que atraviesa su próximo disco. Sebastián lo define como “una oda al viajero, al nómada, a extrañar tu casa y darte cuenta de que hay cosas que no se pueden comprar, que tienen un precio más espiritual”. Se trata de un álbum acerca de cerrar capítulos y abrir otros, sobre el vértigo y la belleza del cambio. “Todos los cambios te obligan a dejar de ser algo que eras y convertirte en algo nuevo. Es una oportunidad de vida”, sintetiza.
Su single más reciente, “Las flores”, encapsula esa idea. “Las flores que nacen dentro de mis grietas”, canta Nicolás en una canción que se siente como el reflejo de la vida misma: los errores, los amores, las pérdidas, todo aquello que nos deja marcas, pero también nos transforma. “El viajero va con su maletín, pero en el centro del pecho tiene un vacío -dice Sebastián-. Te fuiste, pero una parte tuya se quedó atrás. Y de esa grieta nacen flores”.
Así se perfila este nuevo trabajo: un mapa de sentimientos, ciudades y despedidas, de noches largas y amaneceres en tierras desconocidas. En palabras del guitarrista: “Salimos desde esa larga noche y entramos a este nuevo sol querido“.
LosPetitFellas se presenta el miércoles 26 de marzo a las 21 h en La Tangente (Honduras 5317, CABA), las entradas se encuentran agotadas. Escuchá “Las flores” en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).