Mica Tenembaum nació en Buenos Aires -de ahí que su nombre suene a estudiante de FADU- y su familia decidió emigrar a Estados Unidos cuando ella tenía tan sólo un año de edad. Matt Lewin nació en Miami pero tiene ascendencia argentina por parte de su padre. Quizás esa coincidencia de raíces haya inspirado alguna conversación cuando se conocieron en la secundaria en 2011, o tal vez las conjeturas sobre el destino queden en segundo plano cuando dos personas descubren una profunda conexión musical.
En el marco de un programa dirigido por Live! Modern School of Music, formaron su primera banda a la que bautizaron Tabula Rasa. Al finalizar la secundaria, la banda se disolvió después de que la adultez empujara a sus miembros a mudarse a distintas ciudades para comenzar sus carreras profesionales. Pero una pulsión creativa seguía convocando a Mica y a Matt, quienes tuvieron que adaptarla al nuevo escenario. ¿Qué tipo de música se puede hacer a distancia? Pop.
Matt contó en una entrevista con The Needle Drop que antes de ese momento nunca había escuchado música pop, que incluso era algo a lo que se rehusaba porque él era “el típico prog nerd que solo escuchaba cosas como King Crimson y demás”. Lo que se estaban proponiendo se sentía como una broma y a la vez como un gran desafío. A la hora de definir su sonido, eligieron el término “retrofuturista”. La música de los 70, 80 y la de los tempranos 2000 es su favorita. Tratar de equilibrar esas inspiraciones representa una de sus mayores búsquedas.
Cuando se les pregunta sobre las influencias detrás del sonido de su segundo disco, Imaginal Disk (2024), responden sin titubeos: “todo lo que consumimos”. Música, películas, libros, series… todo les llena la cabeza. Su universo creativo está teñido por las ideas y sensaciones que absorben de todo lo que consumen. Mencionan películas de David Lynch, David Cronenberg y Star Trek, y destacan “Dancing Queen” de ABBA como una de las mejores canciones de todos los tiempos. Parte de su búsqueda creativa, confiesan, estuvo motivada por el deseo de replicar lo que esa canción les hace sentir.
El éxito de Magdalena Bay se inscribe en un momento particular para el pop en el que lo experimental y lo masivo ya no son mundos tan distantes, en donde las letras más introspectivas pueden convivir con melodías eclécticas y las baladas son híperbaladas. Elegido como uno de los mejores discos del año en Indie Hoy, Imaginal Disk salió apenas dos meses después del revoltoso Brat, el álbum que posicionó a Charli XCX como la líder de una revolución pop por su propuesta que retó los límites convencionales del género.
Al igual que Charli XCX, Magdalena Bay utiliza elementos de la cultura digital para construir un sonido y una estética que resuenan en un público que se crió con internet, y que abraza tanto la nostalgia por el pasado (da igual haberlo vivido o no) como la expectativa por lo nuevo. A ambas propuestas se les valora la capacidad para hablarle a una generación que demanda honestidad y creatividad en iguales proporciones. Sin embargo, mientras Charli XCX y otros exponentes exploran una vertiente más extrema y con clubes bailables en el imaginario, Magdalena Bay ofrece una aproximación más etérea, misteriosa.
Esta fiesta íntima de sintetizadores, guitarras eléctricas y la voz angelada de Mica, componen el universo de Magdalena Bay. La ciencia ficción funciona como una aliada psicodélica que además de llenar de colores sus videoclips, da lugar a una ambigüedad narrativa en sus letras. Así, pueden aparecer reflexiones sobre la identidad, introspecciones, el amor, el miedo al amor y el exceso, la relación de los humanos con la tecnología, y la moral.
Proyectos como el de Magdalena Bay revelan que, lejos de limitarse, la música pop se ha convertido en un espacio de libertad creativa donde la innovación, la experimentación y la autenticidad son el motor de búsqueda de artistas apasionados. En un momento en que las barreras de género y estilo son cada vez más difusas, el público abraza a estos artistas precisamente por su valentía para explorar territorios inusuales, desafiando las expectativas de lo que “debería ser” el pop y ampliando el espectro de posibilidades dentro del género.
Escuchá a Magdalena Bay en plataformas (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).