La pizza es el símbolo de muchas ciudades del mundo, y parte de la idiosincrasia y la cultura de sociedades de lo más variadas. En Buenos Aires, es un apéndice de la noche, el emblema porteño por excelencia del que propios y foráneos, adultos y niños, disfrutan en infinidad de comedores; parados y al paso, o sentados y relajados, todos aman a la pizza. Pero, ¿qué pasa si un grupo de amigos da vuelta a la pizza como concepto para crear la banda Pizza y va más lejos aún y hace Pizza?, el EP?
La banda nació unos pocos meses antes del comienzo de la pandemia, cuando tres amigos de la secundaria –Franco Astete en batería, Oti Alonso en guitarra y Tomás Saky en voz y guitarra- se juntaron con el solo fin de hacer ruido. En paralelo, el joven Tomás Daikla buscaba una banda para producir y cuando se topó con el trío se transformó en el bajista que necesitaban.
Desde un principio, las influencias de la banda eran amplias: el rock clásico, el brit rock, los toques de fuzz, noise y el rock sónico y alternativo se mezclaron como en una batidora de pie y el resultado fue Pizza. La complejidad de estos géneros devino en un sonido simple y profundo a la vez, accesible pero incómodo y con raptos de tranquilidad en la esquizofrenia filosa del sonido pizzero. “Cada cosa que hacemos tiene un por qué y una vuelta de tuerca -cuenta Saky en conversación con Indie Hoy-. Cada canción tiene su formación lenta o rápida y su manera de acomodarse es diferente para nosotros”.
El primer EP de la banda, titulado Pizza? y publicado de manera independiente en febrero, tiene “un sonido filoso, rápido y violento”, en palabra de sus integrantes. De sus cuatro temas, los tres primeros son vertiginosos y el cierre es una balada de (des)amor titulada “La danza de los corazones rotos”. En la apertura del disco, “Miedo o amor”, los contrastes de desenfreno y pausa, la ira y la suavidad, hacen recordar a la épica de los mejores años de The Who. La primera mitad de la canción es un resorte comprimido que deja una tensión extraña en el cuerpo, una sensación que al minuto se desencaja impulsado por las guitarras de Oti.
En “13”, los Pizza vuelcan toda su actitud rockera y su amor por la velocidad. Un párrafo aparte se merecerían las líneas de bajo de Daikla, bailando con un Tomassaky sacado de sí (“no se cuelguen de mí no se cuelguen de mí, voy a hundirlos a todos”, cita la letra). El EP sigue con “Ídolo”, una burla irónica hacia la figura del rockero palermitano.
El nombre del EP también tiene una cuota de simplicidad y complejidad. “Se nos ocurrió un día como un chiste y creció y creció -cuenta el cantante y compositor-. Puede funcionar como una respuesta a cuando le contás a algún extraño que la banda en la que tocás se llama Pizza. Y también como una pregunta de desconfianza, donde no sabemos si somos nosotros los que suenan en ese EP o alguien más”.
Cuando a Saky se le consulta por los planes de Pizza para este año, la respuesta es contundente: “Tocar, tocar y tocar”. Y es que Pizza no solo es electricidad arriba del escenario, también lo son con su agenda. Los más de 20 recitales que dieron a lo largo del 2023 no saciaron la sed de vivos y este año van por más. Lo que sucede en sus shows es de una fuerza única y el público que lograron convocar en tan poco tiempo es sorprendente.
¿Cómo puedo una banda lograr que una masa de gente cada vez más numerosa los siga donde toquen sin hasta hace poco tener ningún material publicado en las plataformas? La respuesta es un misterio, aunque quizás una pista pueda estar en tocar prolija y profesionalmente, dándolo todo en cada show sin importar para cuántas personas sea, tal y como lo hacen los cuatro Pizza. Una segunda pista puede ser la potencia indómita, nerviosa pero bailable, que solo se puede encontrar en recitales del under porteño y de los que Pizza sabe bien. Pogo y baile, risas y caras apretadas abundan entre el heterodoxo público pizzero.
Así fue cómo durante 2023 los Pizza fueron levando y cocinando su historia hasta este presente en el que son parte integral de la movida contracultural más importante de los últimos años. “Nos enorgullece y entusiasma la movida actual -reflexiona Saky sobre la escena-. Ir a ver bandas nos sirvió mucho porque nos ayudó a subir la vara y nutrirnos constantemente de sonidos nuevos. Compartir y competir, en el buen sentido, nos hace muy bien”.
Por cuestiones de logística interna, los lanzamientos de Pizza se hicieron esperar durante el año pasado y la cuestión cobró un halo de misticismo. Incontables son las veces que habrán recibido la pregunta sobre “¿cuándo sale el disco?” de parte de personas que se los cruzaron en la terraza de Moscú o en la vereda de los Emergentes. En contraposición, el boca en boca crecía y los Pizza ampliaban su público.
Mientras tanto, en el horno del under, Pizza se movió por todos los escalones y fue invitado a tocar por casi todo músico que los escuchó en vivo. Entre ellos, la banda Ryan -que ya adquirió un reconocimiento mayor en el ambiente- los convocó a Strummer Bar a la presentación de su nuevo disco. Sobre sus planes y deseos, Tomas Saky resume que la idea es moverse por todo el país y empezar a crear lo que será su esperado primer LP.
Escuchá a Pizza en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).