Satana Satana es un cruce de geografías y energías: Buenos Aires, Tucumán, Mar del Plata, Monte Grande y Brasil confluyen en una formación donde cada integrante parece haber encontrado su lugar sin negociar su esencia.

Coquinha, cantante y actriz de formación, le aporta teatralidad a las melodías, con una presencia escénica que transforma cada letra en una performance viva. Las guitarras, a cargo de Martín Avati, Mariano Bejar y Pedro Morán, dialogan entre sí constantemente, anclando las capas más lisérgicas y experimentales del sonido. La percusión de Chiqui y la batería de Matías Luke conectan con el bajo de Renan para construir un puente rítmico que sostiene y potencia el pulso del grupo.

SATANA SATANA - Satana, Anton y Rafael Benitez || Visualizer

En el mapa del under argentino, Satana Satana es un punto en expansión. No se anuncia con campañas de prensa ni estrategias de marketing porque su música se corre de boca en boca como un secreto que solo se transmite en vivo. Antes de que salga su primer disco, ya habían hecho más de cincuenta shows. Fueron esos escenarios, desde Buenos Aires hasta Rosario y Córdoba, los que moldearon, probaron, deformaron y resignificaron canciones. No había una fórmula ni una hoja de ruta, pero sí una certeza: la música se afina en la experiencia, no en la maqueta. Así se fue gestando Sasa, su álbum debut, como si se hubiese compuesto en colectivo, entre sala y público, entre ensayo e improvisación.

En el estudio, el núcleo creativo donde todo se cocina y se registra, el grupo entendió que el disco era una consecuencia y no una meta. Pasaron un año conociéndose, otro año construyendo temas, y otro más produciendo, tocando en vivo, editando, escuchando y descartando. Nada se apuró ni se forzó. Hasta las decisiones técnicas, como no trabajar con un productor externo y asumir colectivamente la dirección artística forman parte del carácter del disco: un material sin etiquetas, que se balancea entre el riff duro, la psicodelia stoner y los juegos rítmicos de una cumbia villeramente emocional.

Su primer disco es el resultado de estos años de exploración, grabaciones espontáneas, improvisaciones registradas y canciones que pasaron por varias vidas antes de su forma definitiva. Cada tema nació de sesiones crudas, desordenadas, que después se moldearon como un collage: recortes de audios, votaciones colectivas, pruebas en vivo. Si una canción no los emocionaba al tocarla, no quedaba.

SATANA SATANA - Protección U.V. || Visualizer

Satana Satana no busca sonar a algo en particular, aunque hay huellas de sus influencias. El rock con riffs oscuros a los Redondos y una psicodelia que bordea el stoner sin clichés; el esoterismo como estética (dicen que SASA es un dios al que se le reza con música); la voz y la teatralidad como impulso creativo; y un acercamiento inesperado a la cumbia peruana de los 70, como un ritual eléctrico donde aparece un ritmo hipnótico que arrastra el cuerpo mientras el sintetizador lo envuelve todo en un clima oscuro y vibrante. La banda no busca agradar, buscan poseer como forma de generar una emoción directa, sin intelectualismos. Más que abrirse a un género, buscan lugares, y cada canción parece abrir uno.

Temas como "Sputnik", fue la primera composición y terminó siendo una de las piezas clave del disco, o "Los Polvorines", resultado de una improvisación que se volvió experiencia sonora y sensorial, que no quiere bajarte, sino invitarte a seguir entrando. Condensando esa forma de hacer: tocar primero, entender después. Ninguna de las piezas nació en soledad ni desde la teoría, sino que surgieron desde el cuerpo, en salas compartidas, escenarios y noches interminables de prueba y error.

El ensayo funcionó como una especie de ceremonia repetida, donde la búsqueda era revelar más que pulir. El error dejó de ser falla, en algún momento, para convertirse en un hallazgo y también parte del lenguaje. Y la grabación del disco fue pensada como un recorte de ese proceso: un documento vivo, mutable, que registra una etapa y no impone un cierre o una versión final.

SATANA SATANA - Ya No Hay Tiempo || Visualizer

Para Satana Satana no hay jerarquías ni prohibiciones. La armonía siempre se busca. El respeto mutuo, la amistad y la apertura son parte del proceso tanto como el ensayo. Cada show, sin importar dónde sea, se vive como una ceremonia. Se entregan con el mismo compromiso a una fecha en Rosario que a un ensayo en su sala. Para ellos, tocar es un acto sagrado, y el escenario, un altar donde cada integrante aporta su energía, su emoción y su forma de canalizar este proyecto.

Con Sasa, el grupo dejó en claro que lo suyo es impulso, el riesgo y la entrega total tanto en el escenario como en la composición. Un disco que vibra, no se disfraza de nada, pero tampoco se deja atrapar en un solo estiloPor ahora se toman el tiempo de habitar cada etapa como si fuera única. Porque para ellos, lo importante es permanecer conectados, en el mismo plano de intensidad que los trajo hasta acá. 

Satana Satana sigue ampliando ese universo con videos que acompañan la energía de cada tema y con nuevos shows que los acercan cada vez más a su público. La banda está en movimiento, reafirmando su lugar en la escena y dejando claro que recién están arrancando.

Escuchá a Satana Satana en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).

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