Solo Bueno es uno de los secretos mejores guardados de la nueva escena uruguaya. Con apenas un EP homónimo publicado en octubre del año pasado, el dúo compuesto por Pablo Martín y Joaquín Menchaca compuso, tocó, grabó, mezcló y produjo estas primeras cinco canciones de pop punk ideal para hacer pogo y fieles a su filosofía de do it yourself.
La historia de la banda se completa con el bajista Christian Borges -quien se sumó en la etapa final del EP-, el guitarrista Pablo Freijanes y el baterista Diego Ernst. Juntos, debutaron en el legendario escenario de Clash City Rockers -un antro tradicional del punk uruguayo- abriéndole a Jesús Negro y Los Putos, una de las bandas de Pau O’Bianchi.
Juan Manuel Cayota -de la banda Bolsa de Naylon en la Rama de un Árbol– ensayó con ellos durante todo el 2023 y fue quien estuvo a cargo de la batería en aquella ocasión, aunque luego dejó el proyecto. Diego Cotelo, otro de los miembros de Bolsa de Naylon, los presentó en una historia de Instagram con una improvisada gacetilla de prensa tan cómica como acertada: “Solo Bueno. El pop punk autotunero uruguayo puteador que no sabía que estaba necesitando”.
Pablo Martín (Montevideo, 1995) y Joaquín “Tallo” Menchaca (Tacuarembó, 1996) se conocieron mientras estudiaban en la Facultad de Arquitectura. Antes de formar Solo Bueno habían colaborado juntos en la banda Marcos Bot, junto a Michi Xavier y Facundo Borges.
A pesar de que son bastante jóvenes, el dúo tienen una trayectoria considerable en la música. El primero tiene bajo el nombre Orgnzcn un disco de dream pop experimental titulado Familia & amigos (2020). Años atrás tocaba en Los Ultraman, la banda de surf oriunda del departamento de Canelones, con quienes autogestionó varias ediciones del festival Festi Surf, grabó dos discos y dos EPs. También se ha convertido en algo así como un biógrafo recurrente de la movida independiente de Montevideo por filmar videos en vivo de varias bandas de la ciudad.
En cuanto a Tallo, ya tiene tres discos en su haber –Vida absurda (2020), Atropella2 (2021) y Tiempo arriba (2022)- editados, producidos, mezclados y masterizados por él mismo, quien describe su música como “post milonga”.
Solo Bueno recibe su nombre por una expresión que usan los muchachos de Tacuarembó para enfatizar que algo les gusta: “¡Esto está soooolo bueno…!”. Según sus integrantes, el nombre nace a partir de una canción de UR -una banda de punk rock de Tacuarembó de los 2000- que se llamaba así.
Sus influencias pueden ir desde el punk pop californiano hasta la cumbia rioplatense, desde Blink-182, NOFX, The Story So Far y No Pressure a La Fase Buk, La Champions Liga o Grupo Play. También han escuchado Massacre, Boom Boom Kid, Las Partes Faltantes, Infierno 18 y WRRN de Argentina, y de Uruguay reconocen la influencia de Alucinaciones en Familia, Jesús Negro y los Putos, Hablan por la Espalda, La Hermana Menor o, incluso, la de Eduardo Darnauchans.
El renovador sonido de Solo Bueno se da como resultado del encuentro entre música catártica, energética, con bajos rítmicos o riffs de guitarra que se disparan a modo de descarga rápida, todo mezclado con melodías entradoras y emotivas. La voz -como en varias de las bandas del nuevo punk que utiliza nuevas herramientas y recursos tecnológicos como parte de la democratización del arte y de la libertad creativa- está coloreada por un uso y hasta un abuso del autotune.
Las letras son poéticas a la vez que cotidianas, hablan sobre el amor, los amigos, el paso del tiempo, los sentimientos y el dolor. Hay cierta inspiración emo y una melancolía psicodélica que nos puede retrotraer a bandas de culto como la extinta 3 Pecados. “Amanecerá/ Y las luces de mi barrio/ Ya no me aguantarán/ Otra Navidad/ Paracetamol/ Los paseos por el campo…” dice la letra de “Te vas”, que sigue con una cita a una de las canciones de Alberto “Mandrake” Wolf (“De tan libre”) cuando dice “Pensé en no pensar”.
El mismo Pablo Martín reconoce que han tomado elementos del hardcore para Solo Bueno. “No sonamos a hardcore pero nos gusta eso de hacerlo vos mismo, tocar con lo que haya -cuenta en conversación con Indie Hoy-. Hacer toques en un skate park o donde pinte, esa filosofía la llevamos. Nos gusta el pogo”.
En cuanto a su sonido, describen lo que hacen como “rápido, fuerte, intenso”. “Las canciones son como confesiones amorosas bastante explícitas, incluso más que en otros proyectos que hemos tenido -admite-. Son como cartas de amor, de pedir perdón, o de enojo, crudas y directas. Y, mezclado con esto está el autotune de la voz. Experimentamos con eso, la voz pasa a ser como una cosa chillona, gritada, quejosa, rápida. Quizá estamos pisando territorio hardcore punk aunque venimos de la escena indie”.
Escuchá a Solo Bueno en plataformas de streaming (Spotify, Tidal, Apple Music).