“¿Qué es esa música? Suenan disparos. Sus balas de plomo reflejan pasado. Tuvimos deseos infames, jugamos con fuego. Ahora es el sueño el que arde”. Esas palabras son las primeras que escuchamos al inicio del cuarto álbum de Taburete, La broma infinita. Es una carta de presentación perfecta para la banda madrileña formada en 2015 y liderada por Guillermo “Willy” Bárcenas y Antón Carreño. La voz que nos cautiva y nos da la bienvenida es la de la poetisa Loreto Sesma, antes de dar paso a los otros temas que, paso a paso, lograrán “desafiar el orden supremo”, como bien canta Willy en una de las letras.
El título del álbum es una respuesta irónica a todas las críticas que recibió la banda desde sus comienzos. Es una manifestación de lo fuerte que pisan, de lo decididos que están de seguir en la industria y, también, una manera de demostrar que nada de esto era una broma al ofrecernos el álbum más personal y profesional de su carrera. El arte de tapa muestra a una oveja que se sale del rebaño y sigue el camino hacia una limusina, clara alusión a la actitud que tiene Taburete de diferenciarse del resto tanto en su trabajo como en su actitud respecto de otras bandas independientes en España. Es un trabajo discográfico que nos permite usar sin temor la trillada frase de que fue producido a “fuego lento”.
“2018: Odisea en el espacio” fue el primer single que escuchamos de este álbum, una canción que no menciona a la película de Stanley Kubrick pero sí nos teletransporta al espacio. Es un tema que transmite mucha calma pero a la vez es muy poderoso y tiene a la vida misma como protagonista. Apenas escuchamos los primeros acordes podemos reconocer automáticamente el sello Taburete, su esencia más pura. El tema “Brindo“, con sus toques orquestales, es el que más se diferencia de este estilo, algo que se puede percibir sobre todo en su videoclip, donde la banda apostó por realizar una aventura animada.
La canción “Mamá” merece una mención propia porque toca de cerca al cantante de la banda. Willy la compuso por su mamá, Rosalía Iglesias, que se encuentra actualmente en prisión junto a su marido y padre del cantante por la causa Gürtel. Es una canción que es dolor y remedio al mismo tiempo. Bárcenas contó que este tema “es el más personal y sincero que he compuesto fruto del desahogo más necesario”. La frase “Si estoy ahora en la cima te lo debo también/ Es inútil llorar, mejor luchar a muerte/ Yo te quiero, mamá” y el tic tac al finalizar la canción nos dejan esperando ese reencuentro.
La broma infinita transiciona entre la melancolía y la diversión, con incontables anécdotas que forman parte de la historia de la banda. Es el ejemplo de la canción “Venado Tuerto“, basada en la experiencia de los artistas cuando se quedaron varados en esa ciudad de Argentina antes del concierto que darían en la capital del país. Es también un disco que representa todas las emociones que atravesó Taburete desde que comenzaron en la música, con canciones sobre borracheras, fiestas, la melancolía del pasado y la incertidumbre del futuro.
“No puedo estar más orgulloso de este disco y creo que pone el listón muy alto para el futuro”, escribió Willy en Instagram, y añadió: “Esperamos que esta broma que empezó hace 6 años sea infinita. Gracias a todos los que nos apoyáis y nos dais amor, ¡va por vosotros!”. La banda española logró transformar un fenómeno que parecía efímero en una fuerza imparable que ya no es una broma y que resume a la perfección el progreso del grupo. Con este disco tan especial, se consagran y demuestran que no tienen miedo de experimentar para superar las expectativas.
Escuchá La broma infinita en plataformas de streaming (Spotify, Apple Music).