Dejarse arrastrar por sonidos hipnóticos y punzantes resulta ser una experiencia muy positiva cuando estos son ejecutados como un brote genuino. Y por allí ronda la cuestión con The Broccolis, una banda surgida y crecida en el DF; disfrutar y transmitirlo desde el escenario es la premisa de estos chavos. Y si bien las etiquetas suelen ser odiosas, reconocer estilos como la psicodelia, un pop de garaje y el surf rock mixturados en el siglo XXI es totalmente revitalizante, un fugaz retro-viaje a los 60’s, para volver como nuevos.
Las personas detrás de este concepto son: Rodrigo Galindo, alias “Rocco” o “Mixo”, un ingeniero en sonido y guitarrista que aquí se encarga de la batería (y de los coros), habiendo aprendido a hacerlo por y para la banda. Alejandro Heme, también conocido como el “Baby” o “Betún”, en voz y guitarra mientras la arquitectura no lo detenga. Y Andoni Aguirre, un pintor en percha de Mansarek, moviendo los dedos sobre el teclado para delinear la formula.
El andar de The Broccolis se dio bajo el mismo precepto en el que basan su música: la espontaneidad. Hermanados con The Risin’ Sun, un power trío que también cultiva el género, aprovecharon la ausencia de sus amigos embarcados en un gira de meses y decidieron ponerse a jugar con los instrumentos que quedaron reposando en el estudio. “Armamos una bata con un bombo sin pedal, unos bongos, y hasta latas y frascos en reemplazo de las piezas que faltaban porque se las habían llevado a la gira”, confiesa Rocco sin ningún revuelo. Play the music.
El juego entonces consistía en traducir al español de forma literal canciones de emblemas como The Doors, The Kinks o Iron Buterfly, e interpretarla de la mejor manera posible, en ese entonces bajo la denominación de “Conjunto musical del surf y de la buena onda: los brócolis”. Seriedad nula, diversión pura.
Poco a poco esa improvisación fue decantando en un proyecto real, y nuevamente ofrendados por los Risin, quienes los sumaron a la cartelera de aquel día, tuvieron su debut un viernes de junio de 2013. A partir de allí el panorama cambió, la búsqueda de lo propio los instó a crear y desarrollar sus formas. “Componemos en conjunto, aportando ideas y dándoles sentido hasta que suenan como queremos, luego ‘Donni’ les pone letra”, explica “Betún”.
Ya convertidos en The Broccolis, y con un puñado de material original, comenzaron a girar por el circuito, puliéndose en el camino, hasta alcanzar la consistencia necesaria para registrar lo hecho en un LP primerizo llamado Early Daze. Trece canciones, todas en inglés, sosteniendo una idea del letrista/poeta Andoni quien entiende que “el rock debe ser hecho en inglés”, conforman este disco lanzado digitalmente en múltiples plataformas en febrero del 2016.
Un ítem clave en el crecimiento de la banda es la tarea de Rodrigo, productor en Toga Records, un colectivo musical que funciona como apoyo para diversas bandas, desde la etapa de caldeamiento hasta la difusión y el despliegue ante el público. A través de Toga han podido mostrarse y avanzar a zancadas.
Las cosas parecen haberse encaminado en pos de la calidad sonora, sin embargo dentro del grupo se percibe una esencia que ellos mismos aseguran preservar. “Hacemos esto para divertirnos, si no has logrado hacer algo significativo a los 40 años mejor dedícate a cuidar a tus hijos. Vamos a tocar hasta que alguno quede embarazado con su novia”, comenta Andoni entre risas que perduran casi tanto como el rock psicodélico.