El grupo del que nos concierne hablar hoy no solo ha conseguido hacerse con un merecido nombre dentro de su ciudad natal de formación, Málaga, sino que también han logrado consolidarse como una de las bocanadas de aire fresco que necesitaba el rock español, a tales niveles de codearse y colaborar con grupos de la escena independiente de la talla de Airbag o Los Nastys. Ellos son The Loud Residents.
El salvaje grupo malacitano formado en 2011, que ha ido variando de componentes a lo largo de su carrera, al fin se alza con una formación sólida compuesta por Sixto (voz y guitarra), Jorge (bajo), Juan (batería), Carlos (batería), los cuales definen su estilo como un grupo de “alt-rock”, es decir, rock alternativo.
Uno de los motivos por los que estamos hablando hoy de ellos aquí, es la inauguración de su primer LP de estudio, The Last Teenage Party, trabajo que da nombre también a su gira por varias ciudades de España. Álbum corto pero intenso, con canciones llenas de energía y que desprenden ese aura de querer levantarte de tu silla y montarte un pogo contra tu escritorio y contra todo lo que encuentres por tu habitación.
Y es precisamente esa energía y ese sonido tan eléctrico y entusiasta que tienen los jóvenes malagueños, lo que hace que sus directos sean una autentica fiesta salvaje y descontrolada , donde llevado por la música que estos hacen, que recuerda a una mezcla de un Morrissey algo más alocado y las guitarras de un Joy Division de nuestra época, llueven las personas y la cerveza por los aires, todo esto acompañado por la rasgada y carismática voz de su frontman Sixto, lo que hacen que si sos amante de ese rock dinámico y poderoso que se dice que está muriendo, no puedas pasar sin asistir a un conciertos de las jóvenes promesas.
Recalcar también que uno de los grandes fuertes de este grupo, y que los ha llevado hasta donde están, es el publico que han conseguido atraer a su música y a sus conciertos, publico que está dispuesto darlo todo y a bailar desenfrenadamente cuando los Loud Residents empuñan sus instrumentos, hasta que estos los sueltan al finalizar el show; un auténtico privilegio tener seguidores así.
Y quiero insistir precisamente en este tema del show, porque aunque sus trabajos de estudio sean una autentica bestialidad, es uno de esos grupos que para disfrutar de ellos y empaparte bien de lo que es su música tenés que verlos y escucharlos en vivo con tus propios ojos.
Para finalizar, su nuevo álbum The Last Tennager Party y en general toda su propuesta es ese pequeño grito de esperanza que nos queda para evitar que, no solo a nivel nacional, la música de España se quede estancada en ese aburrido pop que parece repetir mismos patrones sin chispa de espontaneidad. Chicos que a su corta edad se han convertido en todo un estandarte y en una motivación para todos aquellos chavales que sueñan con ser algún día estrellas del rock.
Aquí les compartimos su último trabajo y un fragmento de un directo.