Baile, impacto y distorsión. El rock alternativo es la vena de Parásito Paraíso, Error Vanessa y Polen, tres bandas del Conurbano bonaerense y Capital Federal que publicaron nuevos discos a fines de 2024. En sus canciones, el pensamiento puede ser la trampa o la salida de razón, el silencio físico es tensado por miradas paralelas, y el veneno puede coagular.
A continuación, tres lanzamientos recientes que condensan el pulso actual de la nueva escena nacional.
Parásito Paraíso - Imagen, defecto
Arkonte Records
Imagen, defecto, el tercer disco de la banda porteña Parásito Paraíso, es una obra experimental tanto en su resultado como en su composición. “Nunca nos habíamos puesto los cuatro a componer sobre una idea inicial, es algo también que se fue dando de manera orgánica con el vivo”, cuenta el grupo integrado por el cantante y guitarrista Tomás Estevan, la guitarrista Agustina Pose, el bajista Wenceslao Nowakowski y el baterista Nazareno Garay en conversación con Indie Hoy.
El nombre del grupo sigue una corriente. La pregunta es: ¿pesa más el significado o el sonido en el LP? “Creemos que es importante que el sonido acompañe el contenido, pero es un balance que varía según el tema y lo que cada persona atienda al escuchar”, aseguran. En esta experiencia declarada como subjetiva, sus videos enseñan la dismorfia de la imagen, análoga a la distorsión sonora. El título del primer track, “Quimera”, se define como "aquello que se propone a la imaginación como posible o verdadero, no siéndolo”. Producto de esto, la voz con autotune “se retuerce en las heridas”, un recurso de producción aprovechado por Parásito Paraíso.

La irrupción es un acto que el grupo sabe manejar muy bien dentro de sus canciones. “Alpha y omega” es un track con destellos sónicos, hasta que irrumpe el silencio. Sus versos anecdotizan un estado de cosas inalterado: “Pasaron días, pasaron días/ Están igual, eterna calma", "El silencio te mata”. Sus guitarras secas fijan un ritmo mineral para el show en vivo. “Hay canciones que nos dan lugar a improvisar en cada presentación. Eso nos divierte y nos permite reestructurarlas, hacer algo distinto en cada vivo. Cuando tocamos, no nos gusta que suenen igual que en el disco”, cuenta la banda sobre sus shows.
“3, tres” remite a una anécdota del escenario sobre una mirada que gatilla. A mitad de camino del track, la guitarra signa un cambio de dirección que venía procesándose en el ánimo, como si entrara una luz; luego retoma y continúa incorporando cada vez más ruido y distorsión que va robándose el plano. Otra intensa atmósfera se enreda, y deviene en una marcha sobre una condensación de energía sonora.
En “(Retina espiral)”, al ojo de quien canta, la madrugada tiembla, y la salida de la espiral es un otro: “Vos me podés salvar/ No me dejes pensar”, canta, como si el alivio estuviera afuera de sí. En “Veneno en verano”, un track con indiferencia herida y filosa, una guitarra rasguña el silencio con una nostalgia que vuelve la atmósfera electrónica. Es esa alegría la que revela más caras del disco, como un sol tenue girando en un carrusel. “Jengibre” despide el disco con una distorsión que parece no tener vida humana, como un eco de lo que ya no siente.
Escuchá Imagen, defecto de Parásito Paraíso en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).
Error Vanessa - Varias paredes pintadas
Anfetamina Discos
Error Vanessa es una banda de alto impacto. Varias paredes pintadas, su primer disco, ya trae una resonancia del antro en su título y condensa una estética entre lo crudo y lo cerebral. La noche de su presentación en Capital Federal, la banda oriunda de Bernal, Quilmes, agotó la capacidad del lugar y dejó a una fila de media cuadra sin poder entrar: una señal de que algo está ocurriendo. “La música que hacemos es 100% genuina; seguramente eso es lo que movilizó a tanta gente, sea en CABA o en nuestra zona”, dice la banda en conversación con Indie Hoy.
El sonido del grupo, integrado por el cantante y guitarrista Jerónimo Marín, el bajista Ignacio Domínguez, el baterista Patricio Rivas y el guitarrista Agustín Contarino, dispara una reacción que se metaboliza al instante y rima con la sangre. “Nosotros no somos ruidosos, pero nos interesa sonar fuerte. No queremos ocultarnos en el ruido de manera escapista, queremos usarlo para echarte lavandina en el ojo después de haberte dado una caricia. Tratamos de traer todo a la mesa”, aseguran.
Varias paredes pintadas realiza cuatro ejes con tenor. “Buscamos hacer un disco veloz, llevadero, que vaya al grano y que priorice calidad antes que cantidad, porque eso es lo que nos gusta —cuentan—. No queremos dar vueltas. Son canciones cortas, gancheras y que pueden tomarte por sorpresa en cualquier momento”. El productor del disco, Ezequiel Mutti, destaca sobre la experiencia en el estudio: “El proceso se dio de forma muy natural. Error Vanessa es uno de esos casos en los que la banda conoce muy bien su norte artístico. Así, mi postura como productor es reforzar esas ideas y aplicarlas tanto en la estética sonora como en detalles, efectos y arreglos introducidos en la etapa de mezcla del disco”.
Por más que sean una banda de rock, la influencia electrónica del drum and bass es fundante en el proyecto, una base sísmica. “Queremos llegar a un balance entre lo experimental de Aphex Twin y lo cancionero de, por ejemplo, los Strokes. Una banda que sentimos que logra ese balance entre experimental y cancionero perfectamente es The Garden”, señala Error Vanessa.

“Welcome” son las primeras palabras del disco, hasta que la distorsión y los sintetizadores reponen el desvelo. Le sigue “Ya no quiero bailar”, una canción que condena el ruido, los gritos de atropello urbano y la voz como una noche que gira. En “Muy callados”, la banda cristaliza un juego tiránico: el misterio, el enigma del silencio y el poder que tiene la incomprensión en los vínculos.
El riff de “Nada” resuena visceralmente. El personaje parece condenado a su propia piel: su punto de partida, su casa, es la nada; su perdición, el reflejo. Las guitarras expresan con crudeza la agonía de las ideas, ese dulce dolor que atraviesa el disco. “Las letras hablan de situaciones y sentimientos que todos nos encontramos en algún momento de la vida. La expresión que nosotros supimos plasmar en estos 27 minutos es fresca y familiar, para que lo cantes en la cancha o llores en tu cuarto”, dice la banda.
En “0 entre 0” reaparece la base drum & bass del primer track, como un reloj frenético, mientras persiste la distorsión shoegaze que caracteriza el disco. En “Varias paredes pintadas”, la canción que da nombre al LP, la voz irrumpe borrosa pero cargada de emoción: “Me siento muy lejos de casa”. No puede irse del mal lugar, pero promete otro destino, más allá de esta constelación.
Escuchá Varias paredes pintadas de Error Vanessa en plataformas (Bandcamp, Spotify, Tidal, Apple Music).
Polen - Música para flores marchitas
Independiente
¿Qué es lo más letal para una flor? “Algún pesticida, suponemos. La mala onda, que les hablen feo, lo monótono, la ansiedad y el frío”, cuenta Polen en conversación con Indie Hoy. La banda oriunda del Conurbano Oeste formada por el cantante y guitarrista Hernán Menafra, el guitarrista Manuel Martin, la bajista Micaela Cisneros y el baterista Santiago Smith publicó en mayo su primer EP titulado Música para flores marchitas, al que siguieron este año con un segundo titulado Vivarium.
En “Excursión en Tokio”, la banda expresa un deseo ahogado con resonantes guitarras: "Siempre quise ver la tormenta”. En “Me siento mal”, en el cemento del aburrimiento, decantan que “Solamente yo quiero/ Sentirme bien”, mientras resuenan con la energía cruda de Nirvana.
“El Oeste, más que un sonido, desarrolló una familia: no hay una banda del Oeste que no banque a otra. No hay competencia, no hay sabios. Todos aprenden del que tienen al lado y agitan los mismos espacios; vas a encontrar siempre una mano para tomar. Es una comunidad que está creciendo a pasos agigantados”, cuenta Polen. Entonces, ¿qué significan sus primeros EPs? “Adentrarnos a un mundo nuevo, desconocido y encontrar algo familiar. Tratamos de construir una esencia o sonido en el momento, sin una idea o rumbo en particular”, aseguran.

En “Ofertas”, con un eco de la potencia de Black Sabbath, encuentran el callejón del dilema: “No entiendo si existo o si quiero escapar”. Imágenes como espinas y un vino a la mitad traslucen que “Siento tu tiempo de cristal”. Según Polen, “esta canción es la más explícita; va al hueso y no deja a la imaginación reponer de qué trata”.
Sus composiciones suelen mostrar contrastes. “Las letras y la música se abrazan profundo en nuestras canciones. No todo es oscuro ni todo es color de rosa. Al venir de influencias muy distintas, podemos pasar de una balada a romper una pared con la cabeza, y como todos hacemos música y letra, no tenemos una constante en cómo se crean”, cuentan.
“Mr. Pop” introduce una voz femenina con efectos de megáfono. “Esto de sentir tristeza me hace enloquecer”, canta con risas que enriquecen el paisaje. “Magnum” significa grande en latín, track donde la voz reaparece con el mismo efecto para admitir haber perdido su alma. “Las letras nacen con los desamores en su mayoría, la nostalgia y la falta de un calor que parece que siempre se hace esperar”, concluye Polen.
Escuchá Música para flores marchitas de Polen en plataformas (Spotify, Tidal, Apple Music).