Es miércoles a la noche. Más temprano, pensando que era jueves, llamé a una chica para cancelar una reunión que teníamos el viernes; más tarde me llamó y me dijo que la reunión no era cuando yo creía, que era la semana siguiente. Se rió y me preguntó: “¿En qué planeta vivís?”
Por la tarde me visitó Juan, hermano de Andrés, y después fui a la inauguración de un festival en el que participo en el Museo de Bellas Artes. Al llegar percibí cierta quietud, golpeé la puerta del museo y una persona de seguridad detrás de un vidrio me dijo: “Señor, usted está equivocado, hoy no es la gala, es mañana.” Bajé las escalinatas del museo y en la Avenida Del Libertador mientras caía la noche vi que pasaban miles de autos que iban y venían como un cielo de constelaciones y estrellas fugaces. Volví a casa. Cuando entré sentí que la vida secreta de mi hogar no me esperaba, miré las plantas y los libros, escuché algunos sonidos extraños.
Era un día especial, exactamente el mismo día de otoño en el que, después de tantos años, Andrés Ravioli decidía publicar su primer disco. Sus canciones, sus verdaderas canciones, esas que se habían resistido por tanto tiempo me esperaban en la cama por primera vez.
Máscara es el primer disco de Andrés, un EP conformado por tres temas: el que da nombre al disco, “PRGRN” y “Ballard”, pero en la escucha los temas se confunden en una sola canción. Producido cuidadosamente por Ezequiel Spinelli, con la participación especial de Adrián Rivoira y un músico fuera de serie: Mariano Malamud. Andrés, además, se da el lujo de no tocar la trompeta, su instrumento de cabecera, y nos muestra su faceta de compositor pop, cantando, tocando el piano, teclados, samplers, percusión y flugelhorn, entre otros instrumentos.
Después de muchos años de conocerlo, puedo confirmar que Andrés es uno de esos pocos músicos que entre otras virtudes, tiene la dicha de representar el espíritu de la música de Buenos Aires. Hay buenos músicos sin experiencia, es verdad, sin embargo él es una partícula vital de la música de la ciudad. Es como si su voz fuera una resonancia, un eco de la voz de Luis Alberto Spinetta, gravitando en las calles de Buenos Aires. Luis estaría contento de escucharlo a Andrés, sin dudas.
Un verano, cuando éramos chicos nos conocimos en una playa y nos hicimos amigos. Su casa familiar, donde se crió junto a sus padres y hermanos fue para mí lo más parecido que había visto a un museo. Julio y María, sus padres, recibían a los amigos de sus hijos con una calidez que debe estar en extinción. Ese era nuestro refugio, nuestro búnker analógico, nuestro laboratorio sin internet, nuestro lugar de resistencia espiritual adolescente, antes de que existieran los teléfonos celulares y por sobre todas las cosas, era mi segundo hogar.
Creo que los EPs no deberían existir, es un formato que nunca me gustó, sin embargo este me hace pensar que tal vez esté equivocado. Máscara te deja con ganas de más, con el deseo de volver a casa y escucharlo una y otra vez.
De a poco me voy quedando dormido abrazado a mi computadora, mientras escucho los sonidos de una máscara cada vez más lejos, como si me saludara, sabiendo que mañana cuando me despierte va a estar al lado mío.
Andrés Ravioli – Máscara
2019 – Metamúsica
01. Máscara
02. PRGRN
03. Ballard
*
Ulises Conti (Buenos Aires, 1975) es un compositor, productor y escritor con más de 10 discos editados de forma independiente a través de su sello Metamúsica. Este año editó su tercer libro, Copacabana Palace, a través de la editorial Mansalva.